El 25 de agosto de 2022, lanzaron la campaña: ¿Dónde está Carlos?, como parte de las acciones de búsqueda para encontrar a Carlos Ernesto Santos Abarca, un estudiante universitario que tenía tratamiento psiquiátrico post COVID-19, y que desapareció el 1 de enero del año 2022. Carlos salió a correr, tal como era su rutina diaria, y hasta la fecha, no ha regresado.
Desde ese día su madre, Eneyda Abarca no ha parado de buscarlos, “llevo una espada atravesada en mi corazón y en mi alma. Son 18 meses en los que no he parado de buscar a mi hijo de municipio en municipio. Hasta el día de hoy llevamos visitadas treinta delegaciones policiales de todas las zonas del país”, dijo Eneyda en una conferencia de prensa hecha para hacer presion a las autoridades y que no cierren su caso.
Han realizado recorridos que incluyen visitas a las comunidades, parques, plazas, y otras zonas públicas de varios departamentos, así como visitas a albergues, hospitales, iglesias, centros penales y varias instituciones de apoyo humanitario, como las seccionales de Cruz Verde y Cruz Roja. “Esta búsqueda incansable, en jornadas diurnas y nocturnas, de lunes a domingo, ha implicado para la familia un desgaste físico, económico y emocional, con incertidumbre de no saber su paradero”, dijo la madre del joven.
También hizo un llamado a la sociedad salvadoreña y extranjera, “le solicitó que, en la medida de lo posible, nos apoyen a compartir la información de la desaparición, además les pido tolerancia con nuestras actividades, comprensión con nuestra lucha y empatía con nuestro dolor. Para Carlos, pido consideración con su condición médica, que lamentablemente adquirió post COVID-19, y también pido respeto a su integridad como ser humano. Mi hijo es un joven estudioso, responsable, deportista, lleno de metas y sueños por cumplir.
Continuidad de la campaña
Para continuar con la campaña, Eneyda hizo una promesa pública, frente a los medios de comunicación. Colocandose una camisa con el mensaje: “¡Hasta encontrarte! amado hijo”.
“Esa es mi promesa Carlitos, que te buscaré todos los días de mi vida, hasta saber en dónde estás. Cuando finalmente estés conmigo, con mi corazón aliviado de tanta angustia y pena, usaré esta otra camisa, que dice: “Promesa cumplida, amado hijo”, como señal de gratitud, ya que habrás vuelto a mi lado” concluyó Eneyda Abarca.