Alrededor de 46 kilómetros recorrió Ricardo Pilía, subencargado de la Unidad de Bienestar Animal de Izalco (Sonsonate), junto con dos colaboradores, y un grupo de perritos hasta llegar a un centro hospitalario donde los peludos serían esterilizados y castrados, como parte de la fase I del proyecto Operación Refugios Municipales que desarrolla el Instituto de Bienestar Animal (IBA).
Esta es la segunda vez que una parte de los animales del refugio municipal de Izalco son operados por el equipo de veterinarios de la autónoma.
De acuerdo con Pilía, no todos los perritos resguardados han podido ser intervenidos porque sus condiciones físicas no son óptimas para entrar a la sala de operaciones; sin embargo, poco a poco los han intervenido para reducir la sobrepoblación de su centro de resguardo, que inició sus funciones hace poco más de un año, cuando entró en vigencia la Ley Especial de Protección y Bienestar Animal (LEPBA).
Pilía rememoró que al inicio tenían pocos animales, pero pronto el lugar comenzó a recibir a más perritos o gatos en situación de calle, y el saco de concentrado que se compraba y alcanzaba para el grupo que tenía, ahora ya no abastece a la cantidad de peludos que ahora resguardan. Y así como han necesitado triplicar la alimentación, también los cuidados de salud.
“Gracias a Dios el Instituto de Bienestar Animal nos ha ayudado con alimento para los animales y es una bendición que nos apoye. Pero también estamos agradecidos con el IBA porque nos ha facilitado asistencia médica, vacunación, desparasitación, vitaminas y ahora con la esterilización”, comentó el representante del refugio de Izalco, antes de que Tamara, Colocha, Blanquita, Negra, Tyson, entre otros, fueran operados.
Susana Medina, jefa de la Unidad de Animales de Compañía, reconoció que el pronóstico era “operar a toda la población del refugio municipal”, pero, lastimosamente, no todos los animales estaban aptos para castrarse o esterilizarse a partir de los exámenes previos realizados.
Este punto es importante, según la médico veterinaria, porque si las muestras de sangre y los valores de las plaquetas no son óptimas hay altas probabilidades de que el paciente padezca erlhichia y anaplasma (enfermedades transmitidas por las garrapatas). Si se opera con este cuadro clínico, las perritas tienen un sangrado más profuso durante la intervención y los machos, inflamaciones significativas posoperatorias.
Medina explicó que aquellos animales que no son candidatos para entrar al quirófano no son relegados, todo lo contrario: inician un tratamiento para vencer los problemas de salud. “Después de 45 días del tratamiento, los programamos para esterilizarlos”, añadió la experta, quien lideró la extensa jornada junto a un equipo de seis veterinarios.
Operación Refugios Municipales es un proyecto pilar en la gestión del presidente Guillermo Hasbún, como estrategia para controlar la sobrepoblación, el abandono y los problemas de salud pública, y que cuenta con médicos veterinarios que están “con los ánimos bien arriba porque se está haciendo en un ambiente controlado, con todas las medidas de seguridad y asepsia que se requieren”, de acuerdo con Medina.
Poco a poco se irán cubriendo todos los centros de resguardo de las alcaldías, para luego dar paso a una segunda etapa que será anunciada por Hasbún.
