La ex vicepresidenta de Guatemala Roxana Baldetti se convirtió en la primera persona en ostentar ese cargo condenada por corrupción a 15 años y seis meses de cárcel por liderar un fraude millonario al Estado para limpiar un lago contaminado con “agua con sal y cloro” caso conocido como “Agua Mágica”.
El titular del Tribunal C de Mayor Riesgo, Pablo Xitumul, leyó este martes durante más de dos horas la sentencia del caso “Agua Mágica”, en el que Baldetti y otras 9 personas, entre ellas su hermano Mario, fueron condenadas por participar en esta trama, desmantelada en febrero de 2016 y de la que fueron absueltos otros tres acusados.
La ex vicepresidenta, la primera mujer en ostentar el cargo en Guatemala, fue encontrada culpable de los delitos de fraude, asociación ilícita y tráfico de influencias, aunque el Tribunal no concedió los 22 años de cárcel que pedía la fiscalía y le impuso una pena de 15 años y 6 meses.
A la política, en prisión preventiva desde agosto de 2015 cuando fue detenida por supuestamente liderar la red de defraudación aduanera “La Línea” -un caso por el que todavía está a la espera de que comience el juicio-, el Tribunal la encontró culpable de usar su poder político para fraguar la compra del producto y la acusó de liderar y coordinar a esta “organización criminal”.
Y es que, aprovechándose de su cargo, Baldetti influyó para otorgar la concesión de un contrato para la limpieza del Lago Amatitlán por valor de 137,8 millones de quetzales (17,96 millones de dólares) a la empresa israelí M. Tarcic Engineering LTD.
No obstante, el total defraudado al Estado y trasladado a otras cuentas “nacionales e internacionales” sumó 22,8 millones de quetzales (2,96 millones de dólares), aunque la sentencia reconoce que “lo planificado a defraudar” era “la exorbitante” cantidad total.
Pero “por razones ajenas a la voluntad de los integrantes de la organización criminal no les fue posible apoderarse” de todo, aseguró el Tribunal, que inició este juicio el pasado 11 de junio y que llegó a una conclusión este martes, después de más de 16 horas de deliberación.
El hermano de Baldetti, Mario, a quien el Tribunal le impuso 13 años por los mismos delitos, ejerció de intermediario entre la empresa y el Estado, y coordinó todas las acciones para esta operación fraudulenta, de la que daba cuentas a la vicepresidenta a menudo a través de informes con alias como “la mera, mera”.
Sobre Mario Baldetti, a quien el Tribunal durante la lectura del fallo recordó que se le conocía con los nombres de “el jefe” o “el gran jefe”, Xitumul dijo que ejerció “el poder externo de facto o de hecho” otorgado por la ex vicepresidenta, quien lo “instruyó” para llevar a cabo este fraude.
Pablo Xitumul destacó el “contubernio” de los hermanos Baldetti con otros servidores públicos y actores del sector privado para anteponer sus intereses y dejar a la sociedad en un “estado de indefensión” al “dilapidar el erario público” con “actos grotescos” y “carlos” para el pueblo.
Esto con la compra de un “líquido desconocido” para limpiar y mejorar el agua del Lago Amatitlán a través de “eventos amañados”: “Un producto líquido que no sirve ni ha servido para nada, pues resultó ser agua con sal y cloro, entre otras sustancias corrosivas”.
El Tribunal, que suspendió a los condenados de ejercer un cargo público mientras dure la sentencia y que fijó la audiencia de “reparación digna” para este viernes, reflexionó sobre la lacra de la corrupción y la impunidad, asegurado que son dos de los causantes de “tanta miseria y migración” al atentar “contra la sociedad” e ir en detrimento de los derechos fundamentales del ser humano.