Vie. Abr 19th, 2024

Las autoridades locales están aumentando la implantación de medidas de seguridad en la ciudad estadounidense de Miami ante la posibilidad de que se produzcan protestas por la imputación del expresidente estadounidense Donald Trump que tiene este martes su comparecencia inicial por el caso de los documentos clasificados.

El alcalde de Miami, el republicano Francis Suárez, ha indicado que sus equipos de seguridad está preparados para hasta 50.000 manifestantes. «Esperamos que mañana sea pacífico. Alentamos a las personas a ser pacíficas demostrando cómo se sienten. Y vamos a tener las fuerzas adecuadas necesarias para asegurarlo», explicó.

El jefe de Policía, Manuel Morales, ha indicado que no habrá un perímetro designado alrededor del juzgado y que los manifestantes podrán moverse libremente por el edificio. Pero, ha agregado, las autoridades estarían listas para abordar la situación.

Suárez no ha detallado cuáles son las medidas de seguridad que se han tomado. También ha indicado que los conductores pueden encontrarse interrupciones en algunas calles, pero no ha indicado qué calles específicas pueden verse afectadas, ya que las decisiones dependerán del tamaño de la multitud.

El exmandatario tiene que presentarse ante el tribunal federal de Miami sobre las 15.00 horas (hora local), en medio de protestas organizadas tanto por sus simpatizantes como por sus detractores. Según ha informado el diario ‘Miami Herald’, se conoce al menos una manifestación frente al juzgado promovida por el grupo Proud Boys, cuyos líderes fueron condenados por conspiración por planear el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Trump, que ya se encuentra en Miami, reprochó este fin de semana una «caza de brujas» y una «persecución feroz» en respuesta a la imputación formal de la que ha sido objeto, en la que se le acusa de 37 cargos relacionados por la posesión de documentos secretos en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida.

Pese a la imputación, Trump sigue siendo el favorito en la carrera por la nominación presidencial del Partido Republicano para las elecciones de 2024. Los delitos que se le imputan podrían derivar en una condena de hasta 20 años de prisión.

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