Jue. Mar 28th, 2024

Ms. Luis José Samayoa Rodríguez l Abogado

Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas l Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nueva San Salvador

El mes de septiembre del 2022 esta pronto a finalizar y en ese sentido la fecha 26 de septiembre conmemora el Dia Mundial de la Salud Ambiental, en donde esta fecha se aprueba en el año 2011 por la Federación Internacional de Ambientes Saludables (IFEH), lo que tiene como parte de sus objetivos concientizar y sensibilizar a los seres humanos alrededor del mundo el problema que se tiene con el cambio climático y el medio ambiente, vinculándolo como la OMS lo menciona, con todos los factores físicos, químicos y biológicos externos de una persona, abarcando tanto el ámbito personal del ser humano, así como también el entorno que le rodea día a día.

El concepto de salud ambiental nos propone realizar una reflexión exhaustiva sobre la interacción del ser humano y los factores físicos, biológicos, químicos, sociales y políticos, los cuales se encuentran en el medio ambiente que le rodea. El saber manipular y utilizar de manera apropiada los componentes ambiéntelas para solventar necesidades de vida, como parte de la cotidianeidad y la subsistencia, pensando en una sostenibilidad en el tiempo tanto para sobrevivir en el presente y el futuro.

Por tanto, amenazas como la falta de cultura y educación sobre el uso de recursos naturales, el despilfarro de recursos no renovables, la contaminación, la explotación de la flora y la fauna, la falta de diseño e implementación de políticas públicas medioambientales, son desafíos que generan riesgos latentes, siendo amenazas que pueden generar percances y daños en la humanidad.

Se vuelve menester en la agenda de trabajo global de las naciones el fomentar políticas publicas que trasciendan para garantizar la vida sana y promover el bienestar de todos los recursos. Salvaguardar la disponibilidad del agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos/as (ODS numero 6), garantizar acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos/as (ODS numero 7), lograr ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles (ODS numero 11), adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos (ODS numero 13), garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles (ODS numero 12), son parte de los objetivos para lograr la sostenibilidad en lo que es la salud y el bienestar de la humanidad y su entorno.

Esta claro que planes de acción son requeridos de manera inmediata. Estamos mas que claros que la pandemia del COVID-19 ha dejado estragos y golpes severos a la humanidad y el entorno que le acompaña. Sin embargo, el trabajo, compromiso y la resiliencia para abordar temas de interés humano como el que se plantea, debe ser motivo para unir esfuerzos y trabajo articulado entre los distintos sectores sociales tanto públicos como privados, dejando a un lado intereses políticos, económicos y de cualquier índole, pensando de manera consciente y comprometida en la búsqueda de un cambio radical y efectivo en los países de la región y el mundo. Solo asi se podrán ver resultados palpables y fehacientes, de lo contrario solamente se quedar en palabras, charlas, conferencias y documentos que nunca serán operativizados y se desvanecerán de nuestras memorias a lo largo del tiempo. Acciones y hechos concretos son los que se necesitan para poder plasmar un trabajo y mejora real, en un presente que lo demanda y un futuro que corre un alto grado de peligro en recibir los agravios que puedan generarse si no se trabaja en mejorar los desafíos que se presentan en el abordaje de temas como la Salud Ambiental. Esta en nuestras manos poder hacer la diferencia y ser sujetos de cambio en el tema, como prioridad de vida.

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