Autoridades federales, estatales y locales de Estados Unidos han activado un amplio dispositivo de búsqueda para tratar de localizar al presunto autor del doble tiroteo perpetrado el miércoles en Maine y que ha dejado 18 víctimas mortales, según un nuevo balance confirmado el jueves por la gobernadora Janet Mills.
El doble tiroteo en una bolera y un restaurante de la localidad de Lewiston se saldó en concreto con 18 fallecidos y 13 heridos, si bien autoridades locales llegaron en un principio a elevar a 22 el balance provisional de muertos.
Mills ha comparecido ante los medios «profundamente apenada» por un suceso que también ha llevado al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a ordenar que las banderas ondeen a media asta.
«Esta ciudad no se merece este terrible asalto», ha dicho la gobernadora, que ha subrayado que toda la población de Maine comparte el dolor de los seres queridos de las víctimas, que «simplemente estaban pasando tiempo con su familia y amigos, socializando» en lugares públicos.
Las autoridades han difundido imágenes del presunto tirador, identificado como Robert Card, de 40 años, y al que la Policía de Lewiston ha descrito como «armado y peligroso». Se trata de un reservista del Ejército, aunque no ha participado en ninguna acción de combate, tal como reflejan los registros oficiales.
El Gobierno estatal ha ordenado un confinamiento ciudadano en Lewiston, Lisbon, y Bowdoin, lo que ha derivado en el cierre de parte de los negocios en estas zonas. En Portland, la principal ciudad de Maine, las escuelas públicas también han cancelado este jueves las clases.
Con el tiroteo masivo de Maine, ya son 565 los perpetrados este año en Estados Unidos, según el Gun Violence Archive (GVA, por sus siglas en inglés), que elabora estadísticas sobre este tipo de incidentes. Todo ello pese a los esfuerzos de la Administración Biden por establecer nuevos límites para el acceso a las armas, especialmente las de tipo semiautomático.
