El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, ha citado a la cuestionada fiscal general, Consuelo Porras, al despacho presidencial para conocer de primera mano su trabajo al frente de la institución tras asegurar que pedirá su renuncia al cargo.
«El presidente Bernardo Arévalo envió este viernes una invitación formal a la fiscal general, Consuelo Porras, para que el próximo 24 de enero sostengan una reunión en el despacho presidencial a las 10 horas», ha indicado en una carta recogida por Emisoras Unidas.
Según ha explicado en la misiva, el artículo 134 de la Constitución guatemalteca –que establece las obligaciones mínimas de los municipios y de toda entidad descentralizada y autónoma– le habilita para «coordinar las labores de la institución que dirige con la política general del Estado».
En concreto, Porras tendrá que acudir a su oficina para informar a Arévalo «de los procesos penales vinculados a decisiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos», así como el protocolo existente «de actuación ante medidas cautelares» del citado organismo.
De la misma forma, tendrá que brindar información, a través de un informe, sobre los «criterios de persecución penal en casos de libertad de expresión y prensa» y sobre la investigación que hay en marcha de la compra de vacunas contra la COVID-19.
El presidente guatemalteco aseguró en la víspera en una entrevista que iba a pedirle la renuncia a la fiscal general. «Nosotros en el caso de que no haya renuncia, empezaremos a emprender toda acción legal posible», señaló.
Arévalo, antes de asumir la presidencia, acusó a Porras, así como al jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad, Rafael Curruchiche, y al juez séptimo de Primera Instancia Penal de Guatemala, Fredy Orellana, de liderar un golpe de Estado en su contra.