El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, está programado para reunirse el lunes con los líderes caribeños en Jamaica como parte de un impulso urgente para resolver la crisis en espiral de Haití, mientras aumenta la presión sobre el primer ministro Ariel Henry para que renuncie o acepte un consejo de transición.
Se espera que Henry, excluido de su propio país después del aumento de la violencia en casa, asista a la reunión a puerta cerrada. Fue organizado por miembros de un bloque comercial regional conocido como Caricom que durante meses han presionado por un gobierno de transición en Haití, ya que las protestas exigieron la renuncia de Henry.
«La comunidad internacional debe trabajar junto con los haitianos hacia una transición política pacífica», Estados Unidos. El Subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, escribió en X, anteriormente Twitter. Nichols asistirá a la reunión.
Pero sigue habiendo preocupación de que no se pueda encontrar una solución tan esperada.
«Si bien estamos haciendo un progreso considerable, las partes interesadas aún no están donde deben estar», dijo Caricom en un comunicado el viernes anunciando la reunión urgente en Jamaica.
Los ataques de poderosas pandillas contra objetivos clave del gobierno comenzaron el 29 de febrero en la capital de Haití, Puerto Príncipe. Los pistoleros han quemado comisarías de policía, han cerrado los principales aeropuertos internacionales y han allanado las dos prisiones más grandes del país, liberando a más de 4.000 reclusos.
Decenas de personas han sido asesinadas, y más de 15.000 personas se quedan sin hogar después de huir de los barrios asaltados por pandillas. La comida y el agua están disminuyendo a medida que los puestos y las tiendas que venden a los haitianos empobrecidos se quedan sin bienes. El puerto principal de Puerto Príncipe sigue cerrado, varando docenas de contenedores con suministros críticos.
Henry permanece excluido de su país, aterrizando en Puerto Rico la semana pasada después de que se le negara la entrada a la República Dominicana, que comparte la isla de Hispaniola con Haití.
Cuando comenzaron los ataques, Henry estaba en Kenia presionando por el despliegue respaldado por las ONU de una fuerza policial del país de África Oriental que se ha retrasado por un fallo judicial.
Un número creciente de personas están exigiendo la renuncia de Henry, que no ha hecho ningún comentario público desde que comenzaron los ataques.
