El estado de California se enfrenta este fin de semana a uno de los peores temporales invernales de su historia reciente, entre fuertes lluvias y vientos y casi insólitas nevadas que han bloqueado las autopistas de las montañas y desplomado las temperaturas.
La tormenta está ganando humedad y convirtiéndose en un río atmosférico «moderado», lo que podría agravar sus efectos y arrojar cantidades extremas de precipitación, según Elizabeth Schenk, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional en San Diego.
Unas tormentas parecidas azotaron el estado a principios de invierno y dejaron 20 fallecidos y cuantiosos daños materiales.
El río atmosférico entrante estaba dirigido a la costa central de California el viernes por la mañana, pero se esperaba que su trayectoria cambiara hacia el sur de California, incluida el área de Los Ángeles, el viernes por la tarde y el sábado por la mañana.
«Un sistema de tormentas muy fuerte está comenzando a ejercer su poder en el suroeste de California», ha avisado una actualización del viernes por la mañana del Servicio Meteorológico Nacional en Oxnard.
Los chubascos y las tormentas eléctricas aisladas a lo largo de la costa central tienen el potencial de formar trombas marinas que podrían moverse hacia la costa, creando pequeños tornados en los condados occidentales de Santa Bárbara y San Luis Obispo, según la alerta del servicio meteorológico.
