¿Recuerdas las tiendas de abarrotes?
La tiendita de la esquina a la que pedaleabas tu bicicleta para comprar chicles, donde conocías a la mamá, al papá, a todos los que se encargaban de la tienda. Revive los viejos tiempos apoyando negocios locales. Tomar decisiones conscientes sobre tus compras navideñas puede impactar positivamente a nuestras comunidades, el medio ambiente y la economía local.
Comprar local beneficia al medio ambiente e incluso podrías hacer algo de ejercicio. Caminar al mercado solo una vez por semana, en lugar de conducir 5 millas hasta el súper mercado, reduce 520 millas de conducción y ahorra 24 galones de gasolina al año. Esto se ve ampliamente magnificado gracias a los ahorros de combustible, alimentos y productos que de otro modo serían enviados desde muy lejos. Un estudio nacional reveló que los condados de Estados Unidos que tienen negocios locales cercanos tienen menor mortalidad, una población más delgada y hay menos enfermedades. Comprar local aporta directamente al bienestar de tu hogar y tu comunidad.
En los viejos tiempos todas las compras eran locales: intercambiar bienes y negociar con vecinos. Los expertos a los que acudimos eran artesanos, comerciantes, agricultores y farmacéuticos locales. Llegamos a conocer a nuestros vecinos y ellos a nosotros, lo que permitía a proveedores personalizar la mercancía a nuestros gustos y necesidades, mejorando el carácter y la conexión de nuestros vecindarios.
