Sáb. May 4th, 2024
Foto: CCH-UNAM
Por: Marjorie Sosa
Aulas permanecieron vacías por más de un año a causa de la pandemia del COVID-19.
Foto: Marjorie Sosa

Nos encontramos en una transición histórica, donde la educación forma parte de la tecnología y la tecnología forma parte de la educación, por lo que todos estos cambios exigen cada vez más que tanto los docentes como los alumnos adopten conocimientos sobre las diferentes plataformas educativas y uso adecuado del internet y sus ramas para mejorar el plan de enseñanza educativa en medio de la pandemia.

No se puede negar que el virus ha venido a cambiar la percepción y la vida misma de cómo se conocía, lo que inició hace poco más de un año en el mundo y que en corto tiempo entró al país produciendo un pensamiento de algo temporal, se fue multiplicando de manera gradual y con ello cobrando una gran cantidad de vidas salvadoreñas y es que hasta la fecha el virus sigue afectando la salud física y mental no solo en el país sino en todo el mundo.

En El Salvador muchas áreas se vieron afectadas, desde las familiares, sociales, turismo hasta las laborales, económicas y educativas, y a raíz de ello las costumbres también cambiaron. Hace un año todas las actividades se cancelaron, las empresas  tuvieron que enviar a los trabajadores a sus casas y cerrar sus empresas, así como las escuelas, colegios y universidades, por un instante todo se detuvo, las calles parecían desiertas y todos se encontraban resguardados en sus hogares.  

Alumna contenta de regresar a su escuela para recibir clases.
Foto: Marjorie Sosa

Analizando la repercusión de la pandemia se puede determinar que uno de los sectores más afectados en el país fue el educativo, dado que este constituye uno de los bloques poblacionales más grandes y que pasó totalmente inactivo por casi dos meses; al principio se esperaba que la cuarentena terminara en unas cuantas semanas, sin embargo, debido al impacto que estaba teniendo en la salud de las personas esta continuo, lo que produjo muchas interrogantes sobre cómo se podría continuar con las clases si no se podía salir.

Fue una pregunta frecuente hasta que se encontró la solución, “educación en línea”, ésta por supuesto era una idea poco explorada y explotada en el país, se tendría que aprender de golpe algo que no se hizo mucho tiempo atrás. Tanto para los alumnos como para los docentes el uso de todas las herramientas tecnológicas en pos de la educación era algo nuevo y a esto se le sumaban las clases retrasadas, la falta de conocimiento en el área, todo el plan de enseñanza que debía reestructurarse para que se adaptara a la nueva modalidad.

Es por ello que hay que hacer hincapié que aún con con todos los cambios, la cultura de un territorio engloba todas sus ramas y están sujetos a cambios debido a la evolución y construcción que se realiza a lo largo del tiempo, pero esto no significa que se haya destruido la cultura y esencia del entorno, simplemente se van adquiriendo nuevas modalidades y dejando otras, como un proceso de formación de identidad.

Por supuesto para los docentes no fue nada fácil adaptarse, debido a que experimentaron muchas dificultades debido al poco o nulo conocimiento sobre tecnología que poseían y tuvieron que hacer un doble o triple trabajo para continuar con la enseñanza y compensar las carencias, además debían adaptarse a una modalidad totalmente nueva y poco incentivada, sin embargo, el gobierno presentó recursos para complementar los contenidos. El 24 de agosto de 2020 se lanzaron las clases televisadas por canal 10, tituladas “Aprendamos en casa”, en la que se impartían temas complementarios a todos los grados con las materias básicas durante la semana, pero a pesar de todas las iniciativas, también salieron a la luz las brechas de desigualdad que habían entre los estudiantes, debido a que muchos de los alumnos no contaban con un servicio de internet residencial, una señal estable o algún dispositivo para ver sus clases y resolver sus tareas y los que sí los poseían no tenían el conocimiento sobre el uso de las aplicaciones al igual que sus padres o encargados.

Pese a todas los obstáculos, las clases se retomaron de manera virtual y una nueva barrera se estaba conquistando con ello. Google Meet y Zoom fueron las principales plataformas para recibir clases por videoconferencia y Google Classroom para subir guías y tareas; las redes sociales personales de los educadores fueron el medio principal para solventar las dudas de los estudiantes.

Asimismo los padres de familia jugaron un papel fundamental en la continuidad educativa, específicamente para los más pequeños, ya que fueron ellos lo que tenían que estar al tanto de ayudarles a entrar a sus clases, procurar que hicieran sus tareas y subirlas a la plataforma para que fueran calificadas, por su parte los docentes eran capacitados en el uso de las diferentes plataformas por parte del gobierno o de manera autodidacta, para luego transmitir ese conocimiento a los padres de familia y estudiantes, con ello se comenzó a construir conocimiento a través de la tecnología, pero todo esto fue acumulando una gran cantidad de estrés por parte de los docentes y alumnos, la ansiedad, los trastornos del sueño y la mala alimentación se hicieron presentes debido a la a la sobrecarga de trabajo por tener que preparar materiales para las clases, calificar tareas, exámenes y lidiar con la inestabilidad en la señal, también estaban los problemas familiares, ya que debido a la COVID-19 muchos padres de los alumnos o los alumnos se encontraban desempleados y no tenían los recursos necesarios para seguir estudiando, el miedo estaba a la orden del día y el trabajo para los docentes y alumnos se seguía acumulando, todo lo anterior abrió paso para que la apatía se apoderara de todo el sector.

Un año lleno de dificultad educativa, contagios y un alto índice en la deserción escolar, así como la falta de interés por permanecer en las clases, dio como resultado el agotamiento mental a causa de la pandemia.

 

Alumnos recibiendo clases con modalidad semipresencial.
Foto: Marjorie Sosa

Sin embargo, en el presente año surgió una pequeña esperanza para retomar un poco las actividades que habían sido afectadas,  como las clases de manera presencial, la vacuna por fin había llegado al  país y aunque la inmunización  comenzó con las personas adultas mayores y bajando el rango de edad de manera paulatina, se consideró un gran avance para retomar la mayoría de cosas que se habían limitado por el virus.  

Es de esta forma que el 6 de abril se retornó a las aulas de manera semipresencial, en la que se organizaron diferentes horarios y grupos limitados para que los alumnos estuvieran lo menos aglomerados posible y no tuvieran que asistir todos los días y con ello evitar el riesgo de contagio. Las aulas que estuvieron vacías por un año, volverían a usarse nuevamente, sin embargo la noticia tuvo una opinión dividida, por una parte estaban muchos estaban contentos de por fin regresar a las aulas, ya que el aprendizaje en línea no había dado los frutos que esperaban y por otro lado estaban  los que veían con malos ojos la noticia y pensaban  que eso pondría en peligro a los estudiantes de  contagiarse, pero con todo eso, el aviso del regreso a clases se mantenía, aunque se aclaró que el mandar a los estudiantes era algo opcional y los que no estuvieran de acuerdo en regresar podían seguir sus clases de manera virtual. 

 

Personal del Centro Educativo siguen las medidas de bioseguridad con los estudiantes.
Foto: Marjorie Sosa

No obstante, es importante reconocer que los estudiantes han ido regresando en su mayoría a las escuelas y colegios y los docentes y directores de cada centro educativo se encargan de aplicar las medidas de bioseguridad y procurar mantener la distancia entre cada uno de ellos, además monitorean diariamente que no haya alumnos con síntomas parecidos al de la Covid-19 y si los hay, son enviados de regreso a sus casas.

Ha sido un largo proceso de adaptación para llegar hasta este punto, en donde los estudiantes pueden  recibir sus clases en grupos pequeños y sin problemas de conexión,  aunque es claro que la tecnología vino a demostrar que es capaz de acortar el tiempo y la distancia entre las personas y que  sin todos los avances hasta el momento y las herramientas, el continuar con la educación se hubiera tornado imposible,  por lo que es importante que se le siga sacando un buen provecho a las nuevas  tecnologías. 

Loading

Facebook Comments Box
Compartir esta nota