Mar. May 7th, 2024

José Luis Valle se convirtió en el ganador de los XXVI Juegos Florales de San Francisco Gotera, Morazán, en la rama de Poesía Infantil, presentado bajo el seudónimo Olomega, gracias a su poemario «Abejilandia».

“El contenido medular de esta obra persigue enaltecer el reino de las maestras abejas, esa extraordinaria y admirada maravilla de la naturaleza, máximo ejemplo de laboriosidad, disciplina y organización productiva”, explicó Valle.

Asimismo, añadió: «Son ellas, las espléndidas abejas, encarnadas en el máximo símbolo de una colmena, la abeja reina (la única hembra fértil o reproductora de cada colmenar), las protagonistas del poemario”.

El autor es titulado en Ciencias de la Comunicación, catedrático universitario, periodista, gestor cultural, actor y director teatral y ha administrado entidades educativas, sociales, editoriales, artístico-culturales, de comunicación, juventud, infancia y familia en El Salvador, Europa, Costa Rica y México.

Es importante destacar que es un escritor multipremiado a nivel nacional e internacional en novela, ensayo, dramaturgia, poesía y cuento.

Entre sus premios están:

  • Premio de poesía en los XXIV Certamen Centroamericano, 1974.
  • Concurso Nacional de Ensayo, México, 1989.
  • Premio Único Latinoamericano de Novela, EDUCA 1994.
  • Premio Único Hispanoamericano de Dramaturgia, Guatemala 2000.
  • Primer lugar en el género poesía de los IV Juegos Florales Trinacionales (Guatemala-El Salvador-Honduras), Esquipulas, Guatemala.

Además, Valle ha sido galardonado con tres títulos honoríficos de gran maestre en cuento, dramaturgia y ensayo, 1998, 2005 (que otorgó CONCULTURA) y 2015 (otorgado por la Secretaría de Cultura de la Presidencia, SECULTURA), por ganar tres premios únicos en cada uno de dichos géneros.

A continuación te dejamos el poemario «Abejilandia»:

Abejilandia

(Fragmento)

SALUDO Y OFRENDA DE LA ABEJA REINA

¡El más espléndido día tenga 
toda esta bella concurrencia 
que asiste puntual y contenta 
a mi cumpleaños número sin cuenta! 
Sin cuenta. Cierto, tan cierto, 
como que me están mirando y viendo. 
Porque confesarles debo y quiero 
que hace ya mucho, muuuucho tiempo, 
perdí el recuerdo y la cuenta 
si cumplo diez, quince o treinta. 
Aunque muchas veces pienso 
que algunas abejas reinas 
parecemos no envejecer nunca 
ni se nos notan canas, arrugas 
o ciertas pringuitas raras 
que aparecen en las alas. 
Puede ser milagro o bondad 
de nuestra madre naturaleza, 
pero les digo con franqueza 
que en lugar de sumar edad 
siento que disminuyo minutos, 
horas, días, inviernos, veranos, 
semanas, meses y hasta años. 
Otra cosa comunicarles quiero: 
esta celebración cumpleañera 
es también la merecida fiesta 
de la colmena salvadoreña entera, 
o sea de todo mi productivo reino 
y mi amadísimo séquito.

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