Sáb. May 4th, 2024

El lento conteo de votos en Guatemala parecía confirmar el lunes de madrugada la celebración de una segunda vuelta de las elecciones presidenciales para suceder al actual mandatario, Alejandro Giammattei.

Con más del 80% de los votos contabilizados, la ex primera dama de centroderecha Sandra Torres iba primera con un 14,9% de apoyos y Bernardo Arévalo, del izquierdista partido Movimiento Semilla, dio la sorpresa y marchaba en segundo lugar con un 12,3%.

Ambos se mantenían por debajo del 20% de votos, lejos del 50% necesario para ganar en primera ronda, según indicó en conferencia de prensa el Tribunal Supremo Electoral.

La ex primera dama Sandra Torres (2008-2011) y el diplomático de carrera Bernardo Arévalo disputarían la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Guatemala el 20 de agosto, de acuerdo a los resultados oficiales preliminares divulgados la madrugada del lunes.

Con poco más del 49% de las actas procesadas, Torres, ex esposa del fallecido mandatario Álvaro Colom (2008-2012), cosechaba el 15.01 % de los votos, y Arévalo sumaba el 12.6% de las preferencias

El candidato izquierdista Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, apunta a dar la sorpresa en las elecciones presidenciales de Guatemala, al ubicarse en el segundo puesto con el 12,5 por ciento de los votos, según el 30 por ciento de los votos escrutados.

Arévalo, que se encuentra a la espera de la confirmación de los datos, ha señalado que su equipo es «consciente de que el conteo no ha terminado». «No es momento de cantar victoria, somos prudentes, somos mesurados», ha declarado en una rueda de prensa en la que ha subrayado que esperarán hasta ver «resultados más sólidos».

Para el candidato progresista, que ocupaba el octavo puesto en las encuestas de los últimos días, ha señalado que su partido no venía «a ganar encuestas», sino a «ganar las urnas». «Creemos que el electorado estaba harto y cansado de un sistema político que ha sido cooptado por estos grupos de siempre y lo que estaba buscando era una alternativa decente y creíble», ha sostenido.

Arévalo ha quedado por detrás de la ex primera ministra Sandra Torres, de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que tiene el 14,8 por ciento de las papeletas. Muy por detrás se encuentran el candidato del partido Vamos Manuel Conde (8,3 por ciento), y los que aparecían junto a Torres como favoritos en las encuestas, los conservadores Edmond Mulet, de Cabal; y Zury Ríos, de Valor; con el 6,9 y 6,8 por ciento de las papeletas.

Torres, de 67 años, es la exmujer del expresidente Álvaro Colom, de quien se divorció para poder presentarse a las elecciones de 2011, aunque el Tribunal Constitucional anuló su candidatura al entender que hubo fraude. 

Posteriormente, lo intentó en dos ocasiones más, la última en 2019, perdiendo en segunda vuelta contra el presidente, Alejandro Giammattei, quien, tal y como prometió en campaña, ordenó investigar a Torres por supuesta financiación irregular en 2015. Estuvo bajo arresto domiciliario unos meses antes de que la Justicia archivara el caso en 2022 por falta de pruebas.

De confirmarse la tendencia, Torres y Arévalo se enfrentarían en una segunda vuelta el 20 de agosto al no haber obtenido ninguno de los dos candidatos más votados el 50 por ciento de los votos.

Estas elecciones han tenido lugar en un momento en el que la ya de por sí maltrecha democracia guatemalteca no pasa por un buen momento, en medio además de una actual administración, la de Giammattei, a la que se ha censurado la persecución que ha llevado a cabo contra jueces y fiscales que luchan contra la corrupción.

Un amplio sector de la sociedad –el 45 por ciento no votaría por ningún candidato, según encuestas– considera que las élites siguen maniobrando para que no cambie nada. La sensación de desilusión se afianzó después de las anulaciones, por parte del Constitucional, de varios candidatos de cierto peso.

Este amplio desencanto tiene raíces profundas. Se trata del país más poblado y desigual del hemisferio y con el índice de recaudación de impuestos más bajo, solo el 12 por ciento del PIB. Desde 2020, el 59 por ciento de su gente vive en la pobreza, unas cifras que alcanzan el 80 por ciento entre los indígenas. Todo ello hace de los guatemaltecos parte importante de las caravanas de migrantes que cruzan la región rumbo a Estados Unidos.

Otra de las razones de esta decepción que empaña la vida del país es la persecución judicial contra jueces y fiscales, notoria internacionalmente después de que Estados Unidos incluyera en una de sus listas del Departamento de Estado a la procuradora general, Consuelo Porras, por sus prácticas corruptas y antidemocráticas, las cuales también se aplican contra la prensa.

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