Jue. May 2nd, 2024
Por: Dr. Rommel Vladimir Escobar López/ Cirujano, Traumatólogo y Ortopedista

El síndrome de pinzamiento subacromial, síndrome de frotis subacromial , pinzamiento subacromial o impingement

De las patologías que afectan al hombro, entre las cuales se incluyen afecciones como la bursitis subacromial o la tendinitis o rotura del tendón de uno o varios de los músculos del manguito de los rotadores. El síndrome recibe ese nombre porque se da el pinzamiento de las estructuras halladas entre la cabeza del hueso húmero y el acromion,

El lugar anatómico delimitado entre ambos se conoce como espacio subacromial se considera que esta tiene un origen principalmente multifactorial, en el que influyen mecanismos tanto extrínsecos como intrínsecos. []Las consecuencias más notables del atrapamiento son la pérdida funcional y la discapacidad.

Esta patología corresponde un 44-65% del total de  consultas pòr dolor del hombro o Omalgia.

El espacio subacromial está delimitado inferior y lateralmente por la cabeza humeral, en un plano superior por el borde anterior e inferior del tercio anterior del acromion, y lateralmente ligamento coracoacromial y la articulación acromio-clavicular. La altura del espacio entre el acromion y la cabeza humeral varía entre 1 y 1,5 cm. Entre estas dos estructuras se hallan los tendones del manguito de los rotadores, la cabeza larga del tendón del bíceps, la cápsula articular de la articulación del hombro y el ligamento coracoacromial. Cualquier alteración que disturbe la relación espacial entre estas estructuras puede conducir a un pinzamiento subacromial. ​  

Causas del síndrome subacromial:

  1. Las anomalías en el manguito rotador en personas asintomáticas es lo suficientemente alta como para ser consideradas un aspecto del proceso de envejecimiento normal.
  2. Procesos de degeneración por uso excesivo.
  3. Disminución del espacio subacromial.
  4. Cinematica escapular  alterada.
  5. Tipos de acromion.               

La sintomatología clínica del síndrome subacromial, se caracteriza por ser insidioso, progresivo y mecánico. También aumenta si le dolor es excesivo, la principal manifestación clínica es el dolor al realizar determinados movimientos, es más intenso por la noche, en otros casos puede irradiar a zona de trapecio, antebrazo y la mano paresias y parestesias.  

​ Clasificación

El estadio I, se caracteriza por edema e inflamación del tendón, a veces hemorragia del músculo supraespinoso, se da al menos en pacientes alrededor de los 25 años, se trata de una lesión reversible, que cursa con dolor en la cara anterior y/o lateral del hombro de agudización nocturna, existe dolor a la palpación sobre el troquíter, tendón del supraespinoso y acromion. En el movimiento de abducción esta presente un arco doloroso entre 70˚- 120˚, en realidad es una tendinopatía aguda de sobrecarga mecánica.

El estadio II, se da aproximadamente en pacientes en edades entre loe 26-40 años, con dolor vivo que interviene en el sueño o que se cronifica, hay fibrosis degenerativa y evolución a una tendinopatía crónica, con engrosamiento de la bolsa subacromial, que aumenta la compresión del manguito de los rotadores, a la exploración se encuentra crepitación y limitación de la movilidad activa y pasiva.

El estadio III, por degeneración tendinosa y rotura, sea parcial o total del maguito rotador. Se da aproximadamente en personas de 40 años y con una larga evolución. Se ha producido ya complicaciones irreversibles como la atrofia muscular y la debilidad motora (hombro pseudoparalítico), se puede distinguir entre roturas agudas y roturas crónicas. Las roturas agudas son fruto de un traumatismo, caída sobre el hombro o levantamiento de objetos exageradamente pesados. Existe dolor a la palpación del troquíter y debilidad para realizar la flexión y la abducción del hombro.

El diagnóstico inicial para el pinzamiento subacromial se realiza en base a los síntomas y a una serie de pruebas exploratorias y de gabinete como radiografía, el examen por ultrasonido y la resonancia magnética nuclear para confirmar la sospecha diagnóstica

Realización del test de Neer. :exploración física, dolor en de flexión y abducción—, que supondría la contracción de los músculos implicados o el estrechamiento del espacio subacromial.

  • Test de Neer: con el brazo del paciente en rotación interna y estabilizando su escápula, se realiza flexión pasiva máxima del hombro del paciente si el test es positivo, de forma complementaria, se le administra un anestésico local en el espacio subacromial y se repite. Si en la segunda repetición bajo anestésico se da una reducción significativa del dolor o una ausencia de este, el positivo se confirma.[
  • Test de Hawkins-Kennedy: de forma pasiva, se coloca el brazo del paciente a 90º de abducción en el plano de la escápula con el codo en flexión. A continuación se realiza rotación interna de forma progresiva. De nuevo, el test es positivo si el paciente refiere sufrir dolor en forma de arco doloroso.

Diagnóstico diferencial

Existen puntos gatillo miofaciales que pueden dar dolor irradiado al hombro pudiéndose confundir con un síndrome subacromial. Entre ellos se encuentran los puntos gatillo miofaciales de los músculos deltoides, supraespinoso, infraespinoso, redondo menor, redondo mayor y bíceps braquial.

Tratamiento:

Antiinflamatorios, infiltraciones de corticoesteroides, ondas de choque, inyecciones extradendinosas y los raspados quirúrgicos. El tratamientos de fisioterapia pasiva de gran efectividad para la reducción del dolor y que sobretodo tienen la capacidad de acelerar los procesos de regeneración del tendón.

Se trata de la diatermia, ONDAS DE CHOQUE y EPTE o EPI. El dolor agudo derivado del pinzamiento subacromial a menudo se trata mediante la administración de antiinflamatorios no esteroideos orales. Si los síntomas persisten, se recomienda el uso de inyecciones de corticosteroides localizadas en el espacio subacromial.

El ejercicio terapéutico, a menudo supervisado por un fisioterapeuta, tiene resultados positivos, y se centra en la realización de contracciones de baja intensidad y alta frecuencia de los músculos del manguito y estabilizadores de la escápula, a menudo haciéndose hincapié en el movimiento de rotación interna del hombro. Cierto sea el caso, de que los problemas de síndrome subacromial tenga más comprometido la articulación del hombro se opta por la opción quirúrgica para hacer descompresión del espacio subacromial; en el síndrome de pinzamiento anterior del hombro muy importante destacar que la elección quirúrgica debe tener en cuenta la edad, los requerimientos del hombro a tratar, la bóveda subacromial, la patología lesional del manguito rotador y el estadio evolutivo de la misma.

Esta se realiza mediante artroscopia, si no se trata el síndrome subacromial con cirugía en casos avanzados algunos puntos de los tendones rotos se fragmentan y se dañan gravemente los músculos atrofiándose y haciendo imposible la reparación; con la extirpación de los fragmentos tendinosos puede mejorar el dolor aunque no devolver la fuerza normal del hombro. Cuando existe una rotura de los tendones del manguito de los rotadores, puede ser reparada mediante técnicas quirúrgicas. El tipo de cirugía que va emplear el médico dependerá de la intensidad de los síntomas, estado de salud del paciente y las necesidades funcionales de ese hombro.

En el paciente joven en plena actividad laboral, la reparación tendinosa debe ser aconsejable. En algunos pacientes de edad avanzada que no precisen de una habilidad especial para realizar por enzima de la cabeza, la reparación del manguito puede ser importante. La presencia de dolor crónico e incapacidad funcional a cualquier edad debe plantear la posibilidad del tratamiento quirúrgico.

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