Sáb. Abr 20th, 2024
Foto: Comfreak en Pixabay

El cultivo de tabaco es perjudicial para nuestra salud, la de los agricultores y la del planeta. La industria tabacalera interfiere en los intentos de sustituir el cultivo de tabaco, con lo que contribuye a la crisis alimentaria mundial.

Esta campaña pretende animar a los gobiernos a poner fin a las subvenciones al cultivo de tabaco y utilizar los recursos ahorrados para ayudar a los agricultores a cambiar a cultivos más sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición. 

OBJETIVOS DE LA CAMPAÑA

Movilizar a los gobiernos para que pongan fin a las subvenciones al cultivo de tabaco y destinen los recursos ahorrados a programas de sustitución de cultivos que ayuden a los agricultores a realizar la transición y mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición;

Concienciar a las comunidades dedicadas al cultivo de tabaco sobre las ventajas de abandonar el tabaco y dedicarse a cultivos sostenibles;

Apoyar la lucha contra la desertificación y la degradación del medio ambiente mediante la reducción del cultivo de tabaco;

Denunciar las maniobras de la industria para obstaculizar el trabajo orientado a unos medios de vida sostenibles.

En el mundo hay 349 millones de personas de 79 países que se enfrentan a una inseguridad alimentaria aguda, una cifra sin precedentes. Muchas de esas personas residen en países de ingreso bajo y mediano, y más de 30 de esos países están en el continente africano. Otra característica que comparten muchos de esos países es que destinan grandes extensiones de tierra fértil a cultivar tabaco, en lugar de destinarlas a producir alimentos sanos. A menudo, los países productores de tabaco deben afrontar repercusiones económicas negativas debidas a los perjuicios sanitarios, ambientales y sociales que provoca el cultivo de este producto. En muchos casos, las divisas que se obtienen mediante las exportaciones de tabaco se utilizan para importar alimentos. El cultivo de tabaco deteriora la salud de los agricultores y los trabajadores de las explotaciones agrícolas, y provoca la pérdida irreversible de valiosos recursos ambientales, como fuentes de agua, bosques, plantas y especies animales.

¿Por qué el cultivo de tabaco amenaza la seguridad alimentaria y la nutrición?

· Escasez de tierras de calidad. En los países de ingreso bajo y mediano la tierra de calidad se destina cada vez más al cultivo de tabaco, lo que reduce la superficie disponible para cultivar productos que permitan alimentar a la población.  

· Escasez de alternativas. La ausencia de mercados fuertes y seguros, en comparación con el tabacalero, combinada con la falta de apoyo gubernamental para abandonar el cultivo de tabaco, hace que las opciones de cultivos alternativos sean a veces escasas. 

· Degradación del suelo. La planta del tabaco y las sustancias químicas que requiere su cultivo degradan el suelo. En consecuencia, al cultivar tabaco el suelo pierde los nutrientes necesarios para dedicarlo a una agricultura productiva, lo que dificulta el intercalado de cultivos o la coexistencia próxima del tabaco con otros cultivos. 

Intensidad del cultivo. El tabaco es un cultivo intensivo en mano de obra que tarda hasta 9 meses en madurar, lo que dificulta que los pequeños agricultores produzcan cultivos alimentarios durante el mismo año.  

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