Jue. May 2nd, 2024
ChatGPT, un modelo lingüístico de inteligencia artificial (IA) creado por OpenAI, causa sensación entre los internautas y nos lleva a preguntarnos cómo esta tecnología cambiará nuestra forma de trabajar y escribir.

Marina Cemaj Hochstein

ChatGPT, un modelo lingüístico de inteligencia artificial (IA) creado por OpenAI, causa sensación entre los internautas y nos lleva a preguntarnos cómo esta tecnología cambiará nuestra forma de trabajar y escribir.

En el último seminario web en inglés del Foro Pamela Howard del ICFJ, Jenna Burrell, directora de investigación de Data & Society, profundizó en las ventajas de ChatGPT y en cómo puede ser una herramienta para el periodismo. También abordó sus limitaciones y en qué aspectos la profesión debe estar alerta.

Si bien actualmente la herramienta es gratuita (con una versión premium de pago anunciada recientemente) y está abierta a todo el mundo, cualquier cambio en la monetización podría plantear nuevas cuestiones en relación con la ley de derechos de autor. Por ejemplo, aunque ChatGPT se ha formado sobre todos los artículos que han escrito miles de periodistas, los autores no reciben ninguna compensación ni reconocimiento por su contribución.

Burell señala que esto podría ser un problema mayor con DALL-E, otra herramienta de Open AI, que crea imágenes a partir de texto. En la actualidad, los artistas que viven de sus creaciones están viendo sus estilos copiados por DALL-E sin crédito ni compensación. «Todo lo que has escrito y se ha hecho público se vuelca en la herramienta de OpenAI», explica Burrell. «El trabajo que has publicado como periodista está protegido por derechos de autor y es el que sirve de base a ese modelo, sin que recibas compensación alguna. No creo que la ley de derechos de autor esté realmente a la altura en este momento».

En la forma actual de ChatGPT, Burrell recomienda a los periodistas utilizar la herramienta, reconociendo sus limitaciones. Si bien el modelo puede ayudar a los periodistas a escribir más rápido cuando tienen un plazo límite, inspirarlos cuando les cuesta ser creativos y servir como una revisión más para garantizar que su trabajo está bien escrito y estilizado, siempre debe utilizarse con una mirada humana. Todo lo que dice debe ser verificado dos veces para comprobar su exactitud y sus fuentes.

En cuanto al temor de que la escritura de ChatGPT se haga pasar por periodismo, Burrell señala que carece del nivel de calidad y creatividad que un periodista puede aportar, y un editor suele notar la diferencia. «Los seres humanos seguirán siendo mucho más inventivos, creativos, y capaces de producir formas nuevas e inusuales de decir las cosas», afirma.

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