Jue. May 2nd, 2024
niño niña computadora

Preparar a las futuras generaciones para que sean ciudadanos que puedan desenvolverse en un entorno cada vez más digitalizado y competitivo requiere un cambio de paradigma y el uso de la tecnología educativa es fundamental principalmente porque está cada día más presente en el mundo, los trabajos de hoy y del futuro están cada vez más ligados a ella. 

Además, es a través de la utilización de la tecnología, que las personas pueden desarrollar sus habilidades digitales. Las nuevas generaciones son parte de esta revolución tecnológica, crecen con ella y por ende de su contexto educativo, ya que facilita el desarrollo de nuevas competencias y habilidades afines a las necesidades actuales.

Conscientes de los retos que el inicio de clases representa para padres e hijos, Epson brinda herramientas tecnológicas que facilitan el aprendizaje tanto en las aulas como en el hogar de una manera divertida y eficaz.

“Nuestra filosofía de innovación compacta y eficiente, se fusiona con el propósito de enriquecer la vida de las familias, por eso creamos soluciones que permiten a padres y a estudiantes un retorno al salón de clases cargado de motivación y nuevos desafíos. Somos conscientes de que la tecnología es el camino que brinda la experiencia de aprender y enseñar tanto en el salón de clase como en el hogar”, afirma Francisco Rugel, gerente de Producto para Epson NOLA

Tendencias para el aprendizaje

Los materiales o medios impresos de enseñanza (libros de texto, enciclopedias, cuadernos de lectura, fichas de actividades, cómics, diccionarios, cuentos, etc.), son con mucho los recursos más usados en el sistema escolar. En muchos casos son medios exclusivos, en numerosas aulas son predominantes y en otras son complementarios de medios audiovisuales y/o informáticos, pero en todas, de una forma u otra, están presentes.

Los materiales impresos representan la tecnología dominante y hegemónica en gran parte de los procesos de enseñanza-aprendizaje que se producen en el contexto escolar. Es tan estrecha la vinculación entre la tecnología impresa y la cultura escolar que incluso algunos autores llegan a afirmar que la historia de los sistemas escolares como redes institucionalizadas de educación es paralela a la historia del material impreso escolar.

Las ventajas de estos materiales son, entre otras:

●        Son muy económicos.

●        Son fáciles de actualizar.

●        Están al alcance de cualquiera, ya que no requieren el uso de tecnología.

●        Los alumnos pueden llevarse la información consigo para posteriores consultas.

●        Los alumnos pueden trabajar sobre la información: subrayar, realizar anotaciones, etc.

En resumen, la impresión digital permite una mayor personalización y flexibilidad en la educación, lo que facilita el aprendizaje y mejora la experiencia del estudiante.

Otras herramientas que surgen y están tendencia son los juegos educativos, las aplicaciones para trivias y cuestionarios, aplicaciones para aprendizaje o recordatorios, el control digital de tareas y asignaciones, las películas o contenidos audiovisuales, sitios para crear y compartir recursos de aprendizaje: mapas mentales, test, apuntes y proyectores que se han convertido en aliados para los educadores.[2]

Los proyectores han llegado al campo de la educación para realizar cambios en la forma en que los educadores enseñan y los alumnos aprenden. Las razones para usarlas van desde el aumento de la participación y el rendimiento en los estudiantes hasta la eficiencia para interiorizar los contenidos aprendidos.

Algunos beneficios de esta tecnología son el fomento del aprendizaje activo a través de la participación con el contenido, permitiendo interactuar, explicar o presentar por medio de materiales visuales; así como el desarrollo del pensamiento crítico por medio de la adaptabilidad a la tecnología, la resolución visual de problemas y la posibilidad de utilizar materiales multimedia.

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