Redacción: Isamar Sorto
La culebrilla, conocida médicamente como herpes zóster, es una enfermedad que muchos adultos mayores desconocen o subestiman, especialmente dentro de la comunidad hispana. Para profundizar en esta problemática, Día a Día News conversó con el Dr. Luis Romano, pediatra infectólogo y director médico de GSK Vacunas en Estados Unidos, quien compartió información vital sobre la enfermedad, sus riesgos, síntomas y cómo prevenirla.
El Dr. Luis Romano, advierte sobre la importancia de educar a la población y fomentar la prevención. Según explica, la culebrilla es causada por el virus de la varicela zóster, el mismo que provoca la varicela. Después de haber tenido varicela en la infancia, el virus permanece inactivo en el cuerpo y puede reactivarse años después, manifestándose como culebrilla.
La enfermedad aparece como una erupción dolorosa en un solo lado del cuerpo, generalmente en el tronco o el tórax. Comienza con ampollas que luego forman costras, y va acompañada de un dolor intenso, descrito frecuentemente como una sensación de ardor. Este dolor puede durar semanas o incluso meses, afectando actividades cotidianas, la vida laboral y la estabilidad emocional de quien lo sufre.
Para el Dr. Romano, una de las grandes preocupaciones es la falta de información precisa entre los hispanos. Aunque la culebrilla afecta a personas de todas las razas y grupos étnicos, muchas veces en comunidades como la latina se presentan barreras como el idioma, la falta de acceso a servicios médicos y la existencia de mitos o ideas erróneas sobre la enfermedad. Además, algunos padecimientos comunes en esta población —como la diabetes, el asma, enfermedades cardíacas o pulmonares— pueden aumentar aún más el riesgo de desarrollar culebrilla.
Pero la culebrilla no solo se trata de una erupción pasajera. Una de sus complicaciones más severas es la neuralgia postherpética, un dolor crónico que persiste en el área afectada mucho después de que la erupción desaparece. Este dolor puede llegar a ser tan fuerte que requiere la intervención de especialistas y afecta gravemente la calidad de vida. Además, estudios recientes han identificado una relación entre la culebrilla y un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares o problemas cardiovasculares.
Ante este panorama, la prevención se vuelve fundamental. Actualmente, existe una vacuna segura y eficaz que ayuda a reducir significativamente el riesgo de padecer culebrilla y sus complicaciones. El Dr. Romano enfatiza la importancia de que los adultos mayores de 50 años hablen con su médico o farmacéutico sobre su riesgo personal y la posibilidad de vacunarse. También recomienda visitar el sitio www.easyvax.com, donde se puede encontrar información en español sobre vacunas recomendadas para adultos y cómo acceder a ellas.
En un llamado directo a la comunidad, el Dr. Romano invita a no dejarse llevar por el desconocimiento ni el miedo. “Es esencial contar con la mejor información científica para tomar decisiones sobre nuestra salud”, afirma. “La prevención no solo protege a la persona, sino que también cuida a sus familias y a la comunidad en general”.
Educar, informar y actuar a tiempo puede marcar la diferencia. La culebrilla es prevenible. La clave está en hablar con profesionales de la salud y tomar decisiones informadas.