Este día, la Defensoría del Consumidor activó una estrategia de inspecciones encubiertas, que busca combatir la especulación y el incremento injustificado de precios de productos de la canasta básica.
“Esta nueva competencia que tiene la Defensoría del Consumidor es a efectos de poder ejercer la vigilancia, el monitoreo, de los mercados (…) esto busca prevenir cualquier tipo de práctica comercial que busque perjudicar el bolsillo y la economía familiar de nuestra población”, explicó el titular de la institución, Ricardo Salazar.
Agregó que, a partir de esta mañana, los equipos se han desplegado en los diferentes comercios, para realizar las inspecciones, bajo la modalidad de delegado encubierto, e indagar sobre las denuncias de incrementos injustificados de precios en los alimentos y productos básicos.
«Esta disposición se sustenta en la reciente reforma la Ley de Protección al Consumidor, las cuales están vigentes desde este 3 de julio y se establece en el artículo 101 que la Defensoría del Consumidor que se podrá, a partir de representantes de nuestra institución como delegados encubiertos, detectar incumplimientos en diferentes ámbitos del mercado», añadió.
Las multas a las que se exponen los comercios a los que se les sospeche y compruebe que realizan prácticas abusivas, van desde los 50 hasta los 500 salarios mínimos. En caso de detectar incumplimiento a las obligaciones o prohibiciones especiales de proveedores financieros, las multas pueden llegar hasta los 500 salarios mínimos.
También, el incumpliendo de promociones y ofertas y la publicidad engañosa es sancionada con multas de hasta 200 salarios mínimos.
El Gobierno hace un llamado a la población para que denuncie cualquier incremento abrupto de los precios, sobre todo en productos básicos, al WhatsApp 7844-1482 o el teléfono 910 de la Defensoría del Consumidor.