Jue. Sep 11th, 2025

En lo que parecía un ataque remoto y sofisticado, bípers utilizados por cientos de miembros de Hezbollah explotaron casi a la vez en Líbano y Siria el martes, mataron al menos a doce personas —incluidos dos niños — e hirieron a miles más.

Un funcionario estadounidense dijo que Israel había informado el martes a Estados Unidos sobre la operación, en la que se habían detonado pequeñas cantidades de explosivos colocadas en secreto en los bípers, una vez hubo concluido. La persona habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a comentar la información de forma pública.

La milicia con apoyo iraní culpó a Israel por las explosiones mortales, que afectaron a un número extraordinario de personas y parecían apuntar a una operación planeada durante mucho tiempo. 

Se conocían pocos detalles sobre cómo se ejecutó el ataque, y los investigadores no indicaron en un primer momento cómo se habían detonado los dispositivos. El ejército israelí ha declinado hacer comentarios.

El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, había advertido a los miembros del grupo que no llevaran celulares, con el argumento de que Israel podría utilizarlos para rastrear los movimientos del grupo. Como resultado, la organización utiliza dispositivos buscapersonas para comunicarse.

Nicholas Reese, instructor adjunto del Centro de Asuntos Globales en la Facultad de Estudios Profesionales de la Universidad de Nueva York, explicó que los smartphones conllevan un riesgo mayor de que las comunicaciones sean interceptadas que la tecnología más sencilla de los bípers.

Esta clase de ataque también obligará a Hezbollah a cambiar su estrategia de comunicación, dijo Reese, que en el pasado trabajó como agente de inteligencia, y es probable que los sobrevivientes de las explosiones del martes abandonen “no sólo sus buscas, sino sus celulares, y dejen sus tabletas o cualquier otro dispositivo electrónico”.

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