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Varios bombarderos estratégicos B-2 Spirit de la Fuerza Aérea de Estados Unidos despegaron el viernes desde la Base Aérea Whiteman, en Misuri, con rumbo oeste, según información obtenida a través de plataformas de seguimiento de vuelos.
Las aeronaves fueron detectadas este sábado sobrevolando el océano Pacífico, en lo que se presume es una ruta hacia la base militar estadounidense en la isla de Guam. Aunque fuentes militares han descartado que exista una orden inmediata para lanzar un ataque contra Irán, señalaron que el despliegue tiene como objetivo ofrecer “opciones” al presidente Donald Trump en medio de la escalada de tensiones en Medio Oriente.
De acuerdo con reportes de CNN, al menos dos funcionarios estadounidenses confirmaron que el movimiento de los B-2 no implica una acción militar inminente, pero sí busca reforzar la disuasión y preparar el escenario para eventuales decisiones estratégicas.
Otra fuente agregó que se trata de una demostración de fuerza mientras transcurre el plazo de dos semanas que el mandatario se ha dado para decidir si se suma o no a los ataques de Israel contra Irán.
Los bombarderos B-2 son las únicas aeronaves en el arsenal estadounidense capaces de transportar las potentes bombas antibúnker MOP (Massive Ordnance Penetrator, por sus siglas en inglés), diseñadas para destruir estructuras subterráneas altamente reforzadas como las instalaciones nucleares iraníes de Fordo.
Cada B-2 puede portar dos de estas bombas, de 13.5 toneladas cada una.
Por otro lado, imágenes satelitales captadas el jueves muestran al menos seis aviones cisterna KC-135 estacionados en la base militar de la isla de Diego García, en el océano Índico, posible punto clave para el reabastecimiento aéreo de los B-2 en caso de una operación prolongada hacia territorio iraní.