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EEUU–Un nuevo avance en la lucha contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el sida ha sido anunciado por el laboratorio Gilead Sciences: se trata de Yeztugo, un innovador tratamiento que consiste en dos inyecciones al año, lo que podría representar un cambio de paradigma en la prevención del VIH.
A diferencia de los tratamientos preventivos actuales, que suelen requerir la toma diaria de comprimidos, Yeztugo ofrece una alternativa de larga duración y mayor comodidad para las personas en riesgo de contraer el virus.
Desde hace más de una década, existen medicamentos conocidos como PrEP (profilaxis preexposición) para prevenir la transmisión del VIH, pero su uso diario ha sido uno de los principales desafíos para lograr una adherencia constante, especialmente en poblaciones vulnerables.
El nuevo tratamiento está basado en la molécula lenacapavir, la misma que Gilead ya utiliza en su medicamento antirretroviral Sunlenca, comercializado desde 2022. En este caso, Yeztugo ha sido formulado específicamente para la prevención del VIH y ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos para su uso en adultos y adolescentes que pesen al menos 35 kilogramos.
Daniel O’Day, presidente y director ejecutivo de Gilead, celebró el anuncio calificándolo como “un día histórico”, al señalar que este tratamiento tiene el potencial de ampliar significativamente el acceso y la eficacia en la prevención del VIH a nivel global.
Yeztugo representa el segundo tratamiento inyectable aprobado para la profilaxis contra el VIH. El primero, Apretude, desarrollado por el laboratorio ViiV Healthcare, recibió luz verde de la FDA en 2021. Sin embargo, Yeztugo destaca por su promesa de ofrecer una eficacia sin precedentes y su posología simplificada: solo dos inyecciones al año, frente a los múltiples requerimientos de otras opciones.
Una promesa con desafíos de acceso
Pese al entusiasmo científico, el nuevo tratamiento llega con una sombra preocupante: su posible alto costo. Aunque Gilead aún no ha hecho público el precio oficial de Yeztugo, analistas estiman que podría costar hasta 25.000 dólares por paciente al año en Estados Unidos, un monto que lo pone fuera del alcance de gran parte de la población, especialmente en países de ingresos bajos o medianos.
Diversas organizaciones sociales, expertos en salud pública y activistas ya han alzado la voz para exigir a Gilead que garantice el acceso equitativo al tratamiento, especialmente en las regiones más afectadas por el VIH. Se ha solicitado que el laboratorio permita la producción de versiones genéricas, una medida que históricamente ha contribuido a reducir los costos y ampliar el acceso a medicamentos esenciales.
La comunidad internacional observa con expectativa el impacto que Yeztugo podría tener en la prevención global del VIH, pero también con atención crítica frente a las barreras económicas que podrían limitar su alcance.
La esperanza está puesta no solo en la ciencia, sino también en la voluntad política y ética de garantizar que los avances médicos lleguen a quienes más los necesitan.