El expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina (2012-2015) ha salido de prisión bajo fianza después de pagar una fianza de 300.000 queztales guatemaltecos y dejar dos viviendas como garantía para poner fin a su estancia en la cárcel, donde se encontraba desde 2015 por varios casos de corrupción.
El abogado del exmandatario, César Calderón, ha explicado que Pérez Molina ha presentado dos viviendas que están valoradas en la cifra requerida y que serían propiedad de miembros de su familia.
Ahora queda en libertad condicional, pero tiene prohibido salir del país y debe asistir cada 30 días a la Fiscalía. El exmandatario, en prisión desde un día después de renunciar a la Presidencia, está condenado a 16 años de cárcel por haber dirigido la red de defraudación aduanera conocida como La Línea y a ocho años por el caso Cooptación del Estado, del que se declaró culpable.
Aunque en los dos casos se emitió una sentencia condenatoria, las mismas no están en firme, por lo que la intención del expresidente era salir de prisión mientras continuase el proceso legal.
El exmandatario, de 72 años, organizó un sistema de comisiones ilícitas a cambio de adjudicación de contratos y por los que recibió 500 millones de quetzales.
Las novedades sobre la situación del antiguo presidente coinciden precisamente en el país centroamericano con la elección del futuro jefe de Estado, Bernardo Arévalo. El candidato izquierdista, impulsado entre otras cuestiones por mensajes de compromiso contra la corrupción, se impuso a Sandra Torres.
