El Gobierno liderado por Daniel Ortega ha cancelado este lunes otras 15 ONG más, la mitad de ellas religiosas, en el marco de la campaña represiva que comenzó en el país centroamericano tras las protestas antigubernamentales de 2018 y que afecta a líderes religiosos, medios independientes y activistas.
El Ministerio del Interior ha clausurado seis de estas organizaciones por «incumplimiento de sus obligaciones», al no reportar sus estados financieros con desgloses detallados «por periodos entre dos y trece años». Entre ellas se incluye la Asociación Caritas Diocesana de Matagalpa, Asociación de Mujeres Axayacatl o la Asociación Departamental de Canotaje Managua, entre otras.
Las nueve organizaciones que no han sido cerradas por incumplimiento de sus obligaciones lo han hecho por «disolución voluntaria», entre las cuales están la Asociación Transcultural Misionera del Ministerio Integral a las Naciones, la Asociación para la Salud Comuntiaria de El Rama o la Asociación Nicaragua Iniciativa para una Comunidad Avanzada, entre otras.
Esta medida tiene lugar menos de una semana después de que la vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, que también es la esposa de Ortega, confirmara la expulsión del país de siete sacerdotes católicos que habían sido detenidos en las últimas semanas y que habían sido destinados al Vaticano, donde se encuentran otros religiosos desterrados, como el obispo Rolando Álvarez, símbolo de la represión contra la disidencia en el país centroamericano.
El régimen de Daniel Ortega ha incluido a representantes de la Iglesia Católica entre los objetivos de su represión política, especialmente a raíz de su supuesta connivencia con las protestas opositoras de 2018, una persecución que ha denunciado en reiteradas ocasiones Naciones Unidas y que se extiende también a organizaciones civiles.