Una brigada de guarda recursos ejecutó esta semana una campaña de recolección de desechos sólidos acumulados en las islas y la ribera del embalse de la Central Hidroeléctrica 5 de Noviembre.
Los brigadistas de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) recogieron más de cinco toneladas, equivalentes a 100 quintales de desechos sólidos, en su mayoría envases de aluminio y plástico, arrastrados por las correntadas que se generan a partir de las lluvias.
“Hemos retirado más de 5 toneladas de desechos sólidos, en su mayoría botellas y depósitos plásticos”, reiteró la CEL, que explicó que muchos de esos envases “contenían restos de fertilizantes y agroquímicos que contaminan el suelo y el agua, poniendo en riesgo la fauna acuática y silvestre, además de la salud humana”.
La institución añadió que la recolección de los desechos acumulados sobre el espejo de agua, se llevó a cabo con la ayuda de una barcaza, que los trasladó hacia el punto de acopio, a la orilla del embalse, donde son clasificados y separados de acuerdo al tipo de material, para pasar a la adecuada disposición final.
La jornada de limpieza se llevó a cabo el miércoles, 19 de julio, como parte de la planificación anual, que la CEL hace para mantener limpios todos sus embalses, a fin de cuidar y proteger el medio ambiente aledaño y garantizar la vida de especies acuáticas y silvestres, así como la salud de los pobladores de los lugares circundantes a los embalses.
“Nuestro trabajo no solo es generar energía para los salvadoreños, también contribuimos con el medio ambiente”, destacó la entidad, además, hizo un llamado a los salvadoreños a no tirar basura a las calles, porque al final esos desechos van a parar a los ríos, lagos y al mar.
Como parte de las actividades implementadas por la institución para mantener el equilibrio medioambiental en las zonas de sus embalses, el pasado viernes comenzó la siembra de 10,000 árboles forestales y frutales en terrenos aledaños a la Central Hidroeléctrica 3 de Febrero, ubicada entre San Luis de La Reina, San Antonio del Mosco y Carolina, al norte del departamento de San Miguel.
En total son 15 hectáreas localizadas a las orillas del embalse las que serán reforestadas, con el fin es mantener los mantos acuíferos aledaños a la represa, disminuir los procesos erosivos y mantener el hábitat de la fauna y flora del lugar.
