Un ex oficial correccional de supervisión en el Centro Correccional Comunitario de Hawái fue sentenciado a 144 meses en una prisión federal por su papel en la agresión a un recluso y su liderazgo en una conspiración de varios años para encubrir el abuso.
“El acusado tenía un recluso no violento bajo su custodia y cuidado, y abusó tanto del recluso como de la Constitución al permitir que oficiales de menor rango cometieran un asalto injustificado”, dijo la fiscal general adjunta Kristen Clarke, de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia. . “Su decisión posterior de orquestar un encubrimiento de varios años es una afrenta a los principios de honestidad e integridad que nuestra sociedad espera de las fuerzas del orden. Su sentencia deja en claro que nadie está por encima de la ley, y que cuando los agentes violen los derechos civiles de las personas bajo su supervisión, mediante violencia u obstrucción, deberán rendir cuentas”.
Según los documentos judiciales y las pruebas presentadas en el juicio, el 15 de junio de 2015, Jonathan Taum, de 50 años, supervisó a sus dos coacusados y a un tercer oficial penitenciario mientras transportaban a un recluso por las instalaciones. El recluso se asustó en el transcurso de la transferencia, y los compañeros oficiales de Taum llevaron al recluso no violento al suelo y lo golpearon y patearon repetidamente en la cara, la cabeza y el cuerpo. Mientras los otros oficiales golpeaban al recluso, Taum los animó verbalmente a continuar. La mandíbula, la cavidad orbitaria y la nariz del recluso se rompieron durante el asalto. En los meses y años que siguieron, Taum lideró a los oficiales en una conspiración de encubrimiento que incluía escribir informes falsos, presentar declaraciones falsas a asuntos internos y brindar testimonio falso a los miembros de la junta disciplinaria.
“Proteger los derechos civiles de todos en la comunidad, incluidos los reclusos, es el corazón de nuestro sistema de justicia”, dijo la fiscal federal Clare E. Connors del Distrito de Hawái. “Los supervisores en nuestras instalaciones correccionales están sujetos a un estándar más alto de responsabilidad y, como demuestra este caso, enjuiciaremos a quienes violen penalmente los derechos civiles de las personas bajo su custodia”.
“Este caso destaca cómo el FBI investigará enérgicamente y responsabilizará a cualquier persona que viole los derechos civiles de un recluso”, dijo el agente especial a cargo Steven Merrill de la oficina local del FBI en Honolulu. “Estamos comprometidos a garantizar que todos los ciudadanos, ya sean libres o encarcelados, puedan ejercer sus libertades protegidas sin temor a la violencia. Este caso debería disuadir a otros en una posición de poder de tal comportamiento en el futuro”.
El fiscal general adjunto Clarke, el fiscal federal Connors y el agente especial a cargo Merrill hicieron el anuncio.
La oficina local del FBI en Honolulu investigó el caso.
Procesaron el caso el Fiscal Federal Auxiliar Craig Nolan para el Distrito de Hawái, el Abogado Litigante Especial Chris Perras y el Abogado Litigante Thomas Johnson de la Sección Penal de la División de Derechos Civiles.
