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Guatemala—El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala ha confirmado 16 casos de miasis cutánea —una infección parasitaria causada por larvas— en humanos, provocados por el gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax), una especie de mosca exclusiva del continente americano. Los contagios se registraron entre el 6 de mayo y el 16 de junio de 2025, en seis departamentos del país.
Los casos han sido reportados principalmente en Jutiapa y Chiquimula (con seis casos cada uno), mientras que en Suchitepéquez, Santa Rosa, Jalapa y Quiché se ha identificado un caso por departamento. Las personas afectadas proceden de comunidades rurales o periurbanas, donde el contacto con ganado, caballos y otros animales de sangre caliente es frecuente.
El Dr. Edgar Santos, jefe de la Dirección de Epidemiología y Gestión de Riesgos, explicó que la infestación ocurre cuando la mosca pone sus huevos en heridas abiertas o tejido vivo de humanos o animales. Las larvas perforan el tejido, lo que puede agravar la lesión y conllevar riesgos severos si no se trata a tiempo.
Un problema que resurge en la región
Durante décadas no se había registrado la presencia de esta mosca en Guatemala. Sin embargo, desde 2023 comenzó a detectarse nuevamente en ganado, y en abril de 2025 se confirmó el primer caso humano en México. Desde entonces, también se han reportado casos en Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Los especialistas explican que el riesgo para los humanos es mayor en personas con heridas expuestas, cirugías recientes o condiciones crónicas como la diabetes. Ejemplo de ello es el primer caso en Guatemala: un adulto mayor de 86 años con diabetes que, tras sufrir una caída, presentó una herida en la cabeza donde el insecto depositó sus huevos. Vivía solo y tardó en recibir atención médica.
En otro caso, una niña de tres años desarrolló la infección tras rascarse una lesión provocada por la picadura de otro insecto. La herida abierta fue aprovechada por la mosca para desovar.
El epidemiólogo Kevin Martínez-Folgar aclaró que la enfermedad no se transmite de persona a persona, pero sí puede extenderse rápidamente en comunidades donde hay deficiencias en higiene, falta de acceso a agua potable y escasa cobertura médica. Agregó que personas con discapacidades, inmovilidad prolongada o en condiciones de indigencia también pueden estar en mayor riesgo.
En países vecinos ya se han registrado casos graves. Uno de los primeros en Costa Rica fue el de una mujer con parálisis cerebral a la que se le detectaron larvas en la boca. El parásito le destruyó tejido en encías y mejillas, y la paciente falleció por complicaciones.
Síntomas, tratamiento y recomendaciones
Las larvas de esta mosca emergen de los huevos en dos a cuatro días y comienzan a alimentarse del tejido vivo. En cinco o seis días alcanzan la superficie de la herida, caen al suelo y completan su transformación en nuevas moscas, repitiendo el ciclo.
Entre los síntomas más comunes en personas infestadas están: enrojecimiento y dolor en la zona afectada, sensación de movimiento en la herida, fiebre, sangrado e inflamación. El tratamiento incluye la extracción de larvas mediante cirugía menor, limpieza profunda de la herida y administración de antibióticos. La recuperación puede tardar cerca de cinco días, dependiendo del caso.
Santos enfatiza que, aunque estos casos son preocupantes, la situación no representa una emergencia de salud pública como el dengue, ya que se trata de infecciones esporádicas. No obstante, destaca la importancia de estar alerta, ya que los humanos son huéspedes accidentales de una especie que normalmente afecta al ganado, caballos, aves de corral y mascotas.
El Ministerio de Salud, en coordinación con los Ministerios de Agricultura y de Ambiente, ha intensificado las acciones para contener la proliferación del insecto. La población ha sido alertada para extremar cuidados, mantener la higiene de heridas, protegerse especialmente en zonas rurales y acudir a centros de salud ante cualquier señal de infección.
Además, se ha observado un aumento en la cantidad de consultas médicas relacionadas con lesiones sospechosas, lo que indica una mayor conciencia ciudadana. Actualmente, el promedio de detección es de cuatro a seis casos por semana, aunque esto puede variar dependiendo de las condiciones ambientales.
Las autoridades advierten que los repelentes comunes no son efectivos contra esta mosca, por lo que se recomienda el uso de barreras físicas (como mosquiteros), control de residuos y el manejo adecuado del ganado para evitar la reproducción del insecto.