La población salvadoreña ha percibido incrementos en los precios de productos lácteos como el quesillo y queso duro blando, entre otros en las últimas semanas.
El consumo de lácteos y sus derivados es esencial para los salvadoreños. Según el comunicado del Centro para la Defensa del Consumidor un 67% desayuna y un 75% cena con pupusas, teniendo como base para la elaboración de este producto, el quesillo, además los negocios de este rubro, generan alrededor de 300,000 empleos a nivel nacional, especialmente para el sector femenino.
El comunicado afirma que en Centroamérica, el principal comprador de lácteos fue El Salvador, al importar $90,3 millones, seguido de Guatemala con $58,7 millones, Honduras con $11,6 millones, Nicaragua con $7,6 millones y Costa Rica con $5,9 millones, mientras que el principal vendedor fue Nicaragua. De los $90.3 millones importados por El Salvador $69.6 millones fueron compras procedentes de Nicaragua, lo que representa un 77.07% de sus exportaciones.
Sin embargo, es de reconocer que el sector ganadero nacional durante muchos años se ha visto afectado por el comercio desleal producto del contrabando de países vecinos, lo que les ha afectado en el costo de su producción.
El incremento de precios de estos productos, están impactando el bolsillo de la población consumidora, que ya de por sí, encuentran precios elevados en la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Como se sabe, el costo de la misma, para el periodo enero – noviembre de 2021, se ha incrementado en el área urbana en US$14.90 y en el área rural, US$11.52.
