Este martes ha comenzado la huelga de 45.000 estibadores que amenaza con paralizar los puertos de la Costa Este y del Sur de Estados Unidos, lo que costará a la economía unos 5.000 millones de dólares al día y podría hacer repuntar la inflación de tensionarse las cadenas de suministro.
Los empleados representados por la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) abandonaron sus puestos de trabajo a la medianoche tras vencer sus contratos, lo que está comprometiendo la actividad de 36 instalaciones portuarias, incluidas las de Nueva York, Baltimore, Virginia, Savannah (Georgia) o Houston.
En cualquier caso, el sindicato ha asegurado que se seguirán procesando los cargamentos militares y que el tráfico comercial de cruceros no se verá afectado.
Los estibadores han ido a la huelga, la primera en la Costa Este desde 1977, después de que descarrilasen las negociaciones para un nuevo convenio entre la ILA y la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), que representa hasta 40 navieras y operadoras portuarias. Entre los puntos de desacuerdo estarían la negociación salarial y la automatización de ciertas operaciones.
Los salarios del convenio ya caducado oscilaban entre los 20 dólares por hora hasta un máximo de 39 dólares. El sindicato persigue un aumento del 77% a lo largo de seis años con el nuevo contrato, hasta alcanzar un tope de 69 dólares la hora para 2030.
El departamento de transportes (TTD) de la Federación Estadounidense del Trabajo y el Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), la mayor federación de sindicatos de EE.UU., emitió una declaración antes del paro en apoyo de los manifestantes.
«Seamos claros: los empresarios, no los trabajadores, han eludido su responsabilidad y han aplazado las negociaciones laborales hasta el último momento, cuando el daño al público y a la cadena de suministro nacional sería más perjudicial», han afirmado el presidente y la secretaria-tesorera de TTD, Greg Regan y Shari Semelsberger.
«Mientras, USMX intenta echar la culpa a los trabajadores que se encargan de hacer funcionar nuestra cadena de suministro cuando son ellos los responsables», han añadido.
Por su parte, la Casa Blanca ha instado a ambas partes a alcanzar un acuerdo que no ponga en jaque la economía estadounidense, si bien ha descartado intervenir ordenando la vuelta forzosa de los estibadores a sus puestos de trabajo.