El sitio web más traducido del mundo, jw.org/es, el sitio web oficial de los testigos de Jehová, incluye contenido en más de 1.040 idiomas, incluidos muchos idiomas indígenas que se considera que corren el riesgo de desaparecer.
Entre ellos se encuentra el mixteco, hablado por unos 170.000 en California, así como otras lenguas indígenas mexicanas como el náhuatl, el zapoteco y el otomí.
El idioma mixteco se compone de varios dialectos, y aunque bastantes saben hablarlo, pocos lo usan. Después de enfrentar la discriminación y los prejuicios desenfrenados durante generaciones, muchos mixtecos que temen burlarse de los demás han elegido conscientemente no hablar el idioma o transmitirlo a sus hijos.
“Es difícil para ellos incluso admitir que lo hablan”, dijo Sandra Hernández, residente del sur de California, que vive entre una población mixteca considerable. Ella agrega: «Confían en gran medida en transmitir la tradición y preservar la cultura de forma oral».
Sandra y su esposo Rubén aprendieron el mixteco Guerrero, uno de sus dialectos, para poder compartir el mensaje de la Biblia con los lugareños que aún lo hablan. A lo largo de los años, han notado que compartir los recursos mixtecos en jw.org/es ha ayudado a crear un resurgimiento.
“Los videos en su propio idioma realmente llegan a los corazones y captan la atención de la gente. Los usamos todos ”, dijo Sandra. Ella y Ruben relataron que tal uso del idioma mixteco no solo ha inspirado a algunos hablantes nativos a volver a adoptarlo, sino que ha despertado el interés de los mixtecos más jóvenes que nunca lo aprendieron y que ahora también desean inculcarlo en sus hijos.
«Traducir idiomas indígenas es una labor de amor para todos los involucrados y para nuestra organización», dijo Robert Hendriks, portavoz de los testigos de Jehová en Estados Unidos. «El trabajo es desafiante y requiere mucho tiempo. Pero nuestro objetivo no es obtener ganancias, es brindar el mensaje reconfortante de la Biblia de manera clara y precisa a la mayor cantidad de personas posible».
Compartir el mensaje de esperanza y consuelo de la Biblia en la comunidad mixteca local ha sido una experiencia poderosa tanto para Sandra como para Rubén. “Al ver todo el trabajo que implica la traducción y cómo beneficia a tantos, me quedo impresionado por el amor que Dios está mostrando a todo su pueblo”, dijo Rubén. “Nadie se queda atrás. Quiere que todos sepan de él».
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