Mié. May 1st, 2024

Las personas con pérdida de audición que no utilizan audífonos pueden tener un mayor riesgo de padecer demencia que, según un nuevo estudio de la Universidad de Shandong (China) publicado en la revista científica ‘The Lancet Public Health’.

La pérdida de audición puede estar relacionada con alrededor del 8 por ciento de los casos de demencia en todo el mundo, de acuerdo con los resultados de un informe publicado en 2020 por la Comisión ‘Lancet’ sobre prevención, intervención y atención de la demencia.

«Cada vez hay más pruebas de que la pérdida de audición puede ser el factor de riesgo modificable más importante de demencia en la mediana edad, pero la eficacia del uso de audífonos para reducir el riesgo de demencia en el mundo real sigue sin estar clara. Nuestro estudio proporciona las mejores pruebas hasta la fecha para sugerir que los audífonos podrían ser un tratamiento mínimamente invasivo y rentable para mitigar el posible impacto de la pérdida de audición en la demencia», ha detallado otro de los autores, el profesor Dongshan Zhu.

Los investigadores analizaron los datos de 437.704 personas que formaban parte de la base de datos del Biobanco del Reino Unido. La edad media de los participantes en el estudio en el momento del reclutamiento era de 56 años, y el tiempo medio de seguimiento fue de 12 años.

Alrededor de tres cuartas partes de los participantes (325.882/437.704) no tenían pérdida de audición, y la cuarta parte restante (111.822) tenía algún nivel de pérdida de audición. Entre los que tenían pérdida de audición, el 11,7 por ciento (13.092 / 111.822) utilizaba audífonos.

El estudio ha concluido que, en comparación con los participantes con audición normal, las personas con pérdida de audición que no utilizaban audífonos tenían un 42 por ciento más de riesgo de demencia por cualquier causa, mientras que no se observó un aumento del riesgo en las personas con pérdida de audición que utilizaban audífonos.

Esto equivale aproximadamente a un riesgo de demencia del 1,7 por ciento entre las personas con pérdida de audición que no utilizan audífonos, en comparación con el 1,2 por ciento entre las personas sin pérdida de audición o con pérdida de audición pero que utilizan audífonos.

La pérdida de audición puede comenzar a los 40 años, y existen estudios que apuntan que que el deterioro cognitivo gradual previo al diagnóstico de demencia puede durar entre 20 y 25 años.

«Nuestros hallazgos ponen de manifiesto la urgente necesidad de introducir audífonos de forma temprana cuando alguien empieza a experimentar una discapacidad auditiva. Es necesario un esfuerzo colectivo de toda la sociedad que incluya la concienciación sobre la pérdida de audición y su posible relación con la demencia, el aumento de la accesibilidad a los audífonos reduciendo su coste, y un mayor apoyo a los trabajadores de atención primaria para que detecten las alteraciones auditivas, aumenten la concienciación y ofrezcan tratamientos como la adaptación de audífonos», ha resaltado Zhu.

Los investigadores también analizaron cómo otros factores, como la soledad, el aislamiento social y los síntomas depresivos, podrían influir en la relación entre la pérdida de audición y la demencia.

El análisis sugiere que menos del 8 por ciento de la asociación entre el uso de audífonos y la disminución del riesgo de demencia podría eliminarse mejorando los problemas psicosociales.

Los autores afirman que esto indica que la asociación entre el uso de audífonos y la protección frente a un aumento de la demencia probablemente se deba en su mayor parte a los efectos directos de los audífonos en lugar de a las causas indirectas investigadas.

«Las vías subyacentes que pueden vincular el uso de audífonos y la reducción del riesgo de demencia no están claras. Se necesitan más investigaciones para establecer una relación causal y la presencia de vías subyacentes», ha pormenorizado otro de los responsables de la investigación, Fan Jiang.

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