El magnate Elon Musk, afirmó este lunes que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) «no tiene solución» y que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está de acuerdo en cerrar esta oficina a través de la cual Washington ha estado financiando miles de proyectos en todo el mundo.
Musk ha contado que ha podido hablar con Trump en detalle sobre la USAID. «Estuvo de acuerdo en que deberíamos cerrarla», ha dicho este lunes en una conversación en X Spaces. «No tiene solución», ha dicho.
En ese sentido, ha asegurado que la USAID no es «una manzana con un gusano, sino una bola de gusanos», apenas unas horas después de que dos altos funcionarios de la agencia fueran suspendidos tras negar el acceso a la sede en Washington a personal del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés).
Musk ha afirmado que la agencia ha tenido estos últimos años un sesgo «increible y políticamente partidista», abrazando «causas radicalmente de izquierda en todo el mundo, incluidas cosas que son antiamericanas».
La sede en Washington, situada en el edificio Ronald Reagan, ha sido ya cerrada, según ha informado la cadena Fox News. Creada en 1961 durante la administración de John F. Kennedy, ha sido el brazo humanitario del Gobierno de Estados Unidos, si bien también ha servido para sufragar proyectos de «defensa de la democracia».
Durante la pasada noche, Trump se refirió a los trabajadores de la USAID como «un grupo de lunáticos radicales» a los que estaban sacando. «Luego tomaremos una decisión», dijo el presidente de Estados Unidos.
La semana pasada, decenas de altos funcionarios de la USAID fueron suspendidos por supuestamente haber intentado eludir la orden ejecutiva del presidente Trump con la que paralizó durante 90 días los programas de ayuda exterior.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele, mostró su postura sobre la suspensión de USAID, aseverando que los fondos son usados para «agendas políticas y movimientos desestabilizadores».
«La mayoría de los gobiernos no quieren que los fondos de USAID fluyan a sus países porque entienden dónde termina realmente gran parte de ese dinero.
Aunque se comercializan como apoyo al desarrollo, la democracia y los derechos humanos, la mayoría de estos fondos se canalizan hacia grupos de oposición, ONG con agendas políticas y movimientos desestabilizadores.
En el mejor de los casos, tal vez el 10% del dinero llega a proyectos reales que ayudan a la gente necesitada (hay casos de ese tipo), pero el resto se utiliza para alimentar el disenso, financiar protestas y socavar a las administraciones que se niegan a alinearse con la agenda globalista», se lee en la publicación de Bukele en sus redes sociales.