El público escuchó relatos como “Nanahuatzin: La mujer que se desmembraba, el nacimiento del morro y el hallazgo del maíz”, “El origen de los animales”, “Muerte de itantepuslamat” y “Dantoj”.
Más de doscientas personas, en su mayoría jóvenes, llenaron el Jardín Ruspestre del Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA) para escuchar los relatos de la tradición oral del occidente salvadoreño, este 4 de febrero, durante la primera edición del año del Muna bajo la Luna..
“Es primera vez que escucho un relato así de largo y de los mitos que ellos dijeron. Es primera vez que vengo al museo y la verdad me gustó, hay cosas que me ha quedado la duda y quiero preguntar, me gustaría volver a escuchar otras historias porque, así como dijo el relator, hay muchas más”, opinó el universitario Rodrigo Sigüenza.
El joven asistió junto con sus amigos a escuchar a los relatores y neohablantes de náhuat Alberto Cruz y Josué Ramos, quienes contaron las historias de “La kuyankúa, Monarca y el bautismo”; “El eclipse (sol y luna)”; “Hallazgo de Santo Domingo” y “Santo Domingo y el náhuat”, recopiladas en lengua náhuat y traducidos al castellano.
“Quería situar los relatos contrastando con fuentes históricas, por eso es que en los 52 relatos (recopilados en un libro que se va a presentar próximamente) aparecen acotaciones históricas; por ejemplo, cuando algún cronista colonial dice que los indígenas tienen ritualidad con el eclipse, lo dice el cronista en el siglo XVIII y me lo está contando la población indígena en el presente”, comentó Ramos, tras finalizar la exitosa jornada.
“Yo jamás había escuchado ninguna historia y cuando vi la publicación vine. A mí me interesa un montón porque perdemos nuestras raíces y el conocimiento de lo que vivieron nuestros antepasados. Me pareció interesante y bonito cómo lo cuentan, la música también y me quedé con ganas de conocer más. El 7 de marzo vamos a venir, ya vimos que cae martes”, dijo la joven María José Domínguez, sobre la próxima edición del MUNA bajo la Luna.
El director del MUNA, Danilo Villalta, dijo: “Al contar historias tradicionales, las nuevas generaciones no solo conocen la importancia de recordar, sino cómo recordar, es decir, aprenden a valorar la memoria colectiva”.
La historias fueron compartidas por Ramos y Cruz de la manera más fidedigna posible, en un escenario al aire libre, desde el centro de un círculo y con sonidos de instrumentos prehispánicos del grupo de música experimental YohualIEhecat.
“Hemos querido contar las historias como nos fueron dadas, no quisimos alterar las versiones y no vamos a encontrar purismos, porque la lengua ha evolucionado y los nahuahablantes también han adoptado palabras del castellano en su vida cotidiana”, apuntó Alberto Cruz, director general de Multiculturalidad.
La invitación para el próximo MUNA bajo la Luna quedó abierta para el 7 de marzo, a partir de las 8:00 p. m.
