Las autoridades de Nueva Zelanda indicaron que no tienen previsto abrir sus fronteras al menos hasta fin de año, esto a pesar del avance de los procesos de vacunación que se están efectuando a nivel mundial.
«Podemos esperar que nuestras fronteras se vean afectadas la mayor parte del año. Continuaremos desarrollando burbujas de viaje con Australia y el Pacífico, pero el resto del mundo simplemente plantea un riesgo demasiado alto para nuestra salud y nuestra economía», dijo la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern.
De acuerdo con la mandataria, para que Nueva Zelanda apueste por la reanudación del turismo internacional es necesario llegar a un elevado nivel de inmunización que ofrezca garantías de disminución de las cadenas de contagio.
El país insular se ha caracterizado por el buen manejo de la pandemia, teniendo las tasas más bajas de incidencia del virus con las cifras de solo 1,934 infectados y 25 muertes.
Y como parte de las medidas preventivas vigentes, los pobladores que retornen a la nación deben cumplir con un periodo de confinamiento de dos semanas al interior de alguno de los centros gubernamentales habilitados para atender la emergencia.
Además, aquellos que retornen al país deberán presentar una prueba PCR negativa antes y después del viaje de regreso.
Con información de France24.