Jue. Abr 25th, 2024
Foto: Myriams-Fotos en Pixabay

Los hijos que odian a sus padres, pueden tener diferentes razones múltiples, y encontrar procesos inversos, puede llegar a ser difícil, de acuerdo al libro del psicólogo británico Simon Baron-Cohen.

En el caso de los padres que no quieren a sus hijos, se puede rechazar a un hijo, por razones como: nos recuerda a alguien no querido, pensamos que puede quitarnos el amor de pareja o porque verdaderamente ha incurrido en una falta grave, entre otros.

“Este proceso tiene una base científica, ya que el amor y el odio comparten los mismos circuitos cerebrales”, explica en su libro el psicólogo británico Simon Baron-Cohen.

Así también, las razones pueden depender de la edad de los hijos, pero la animadversión puede ser producto de una violación o de una relación romántica de la que no se desea recordar.

Esto puede ocasionar daño en un hijo. “Amor y odio son dos emociones intensas que circulan en dirección contraria por la misma carretera”, agrega Baron-Cohen.

Un ejemplo de una mala relación entre madre e hija, se puede ver en la película “Corre”, disponible en Netflix, y una de las 10 más vistas en El Salvador.

La película cuenta la historia de una madre que  somete a todo tipo de daños físicos a su hija que va un poco más allá de la típica relación inestable entre padres e hijos, por  la posibilidad de un daño está latente.

Según un estudio de la revista Forensic Science International, cada año hay al menos 500 casos en los Estados Unidos. Casi el 72% de los niños que fueron asesinados por sus propios padres tenían 6 años o menos; el 41,7%% de los asesinos fueron mujeres, mientras en el 58,3% de los casos fueron hombres.

Es recomendable un buen terapeuta que sea bien objetivo y pueda hacer entender estas emociones negativas o sea identificarlas para ir pasando luego a su mitigación, afirma la dra. Margarita Mendoza Burgos.

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