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El Gobierno de Qatar ha confirmado este lunes que logró interceptar con éxito un ataque con misiles lanzado por Irán contra la Base Aérea de Al Udeid, la mayor instalación militar de Estados Unidos en el Golfo Pérsico. Las autoridades cataríes informaron que el incidente no dejó víctimas ni heridos, aunque han advertido que “se reservan el derecho de responder directamente” al considerar el ataque una grave violación de su soberanía.
Los ministerios de Defensa y de Exteriores de Qatar emitieron comunicados conjuntos en los que detallaron que las medidas de precaución adoptadas previamente, incluida la evacuación anticipada de la base, evitaron consecuencias humanas y materiales de gran escala. Según el portavoz del Ministerio de Exteriores, Mayed al Ansari, la evacuación fue realizada a raíz de las crecientes tensiones en la región y en previsión de una posible represalia iraní.
Al Ansari condenó duramente la ofensiva, calificándola como “una violación flagrante de la soberanía de Qatar, del Derecho Internacional y de la Carta de Naciones Unidas”. Asimismo, advirtió sobre el peligro de una escalada militar que, de continuar, “podría tener consecuencias catastróficas para la paz y la seguridad internacionales”.
“Pedimos el cese inmediato de todas las acciones militares y un retorno serio a la mesa de negociación”, expresó el portavoz catarí. También señaló que el gobierno de Doha había advertido anteriormente sobre el riesgo que suponía la creciente agresividad israelí en la región, e hizo un llamado a respetar los principios de buena vecindad en Oriente Próximo.
La ofensiva de Irán fue anunciada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, que informó que sus Fuerzas Armadas habían lanzado ataques contra posiciones militares estadounidenses tanto en Qatar como en Irak, en respuesta a lo que describen como “la flagrante agresión del régimen criminal de Estados Unidos” sobre instalaciones nucleares iraníes.
Según medios oficiales iraníes, el objetivo principal del ataque fue la Base Aérea de Al Udeid, considerada por Teherán como el mayor activo estratégico estadounidense en la región. Las autoridades iraníes afirmaron que se trató de una operación “devastadora y poderosa” y prometieron que “bajo ninguna circunstancia” permitirán ataques contra su integridad territorial o su soberanía sin respuesta.
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, publicó en su cuenta oficial de X que su país “responderá con fe, sabiduría y determinación” a cada acto hostil. “Defenderemos la seguridad de esta amada nación y responderemos a cada herida en el cuerpo iraní”, escribió, en un mensaje con alto contenido nacionalista.
Ante la amenaza, la Embajada de Estados Unidos en Doha emitió una alerta urgente a sus ciudadanos, instándolos a buscar refugio. Poco después, el gobierno catarí cerró temporalmente su espacio aéreo por razones de seguridad. Testigos reportaron explosiones en el cielo sobre Doha, de acuerdo con la cadena Al Yazira.
En paralelo, las Fuerzas Armadas israelíes han intensificado su ofensiva y confirmaron una nueva oleada de ataques contra objetivos estratégicos en el oeste de Irán. Según un comunicado oficial, unos quince aviones de combate israelíes destruyeron instalaciones subterráneas, depósitos de misiles y almacenes de drones utilizados por las fuerzas iraníes. Asimismo, se reportaron ataques adicionales en el centro del país persa, donde supuestamente fueron destruidos lanzamisiles listos para ser usados contra Israel.
La Base Aérea de Al Udeid, construida en 1996, alberga a unos 10.000 efectivos estadounidenses y es la sede del Comando Central de EE.UU. para operaciones en Medio Oriente. Su importancia estratégica la ha convertido en un blanco crítico en la actual espiral de violencia que involucra a Estados Unidos, Irán, Israel y varios actores regionales.
Con la situación avanzando rápidamente y los canales diplomáticos en tensión, la comunidad internacional observa con preocupación el riesgo de un conflicto regional de mayores dimensiones. Qatar, que históricamente ha ejercido un papel de mediador en la zona, enfrenta ahora el desafío de mantener su seguridad interna mientras se posiciona en un conflicto cada vez más complejo y peligroso.