By: Marca
Ricky Rubio se convirtió en uno de los nombres propios en la noche del Draft de la NBA. El base español completó su segundo traspaso en apenas 72 horas y tras comenzar la semana en los Phoenix Suns y pasar por los Oklahoma City Thunder ha terminado en los Minnesota Timberwolves, después de ser parte de un nuevo traspaso instantes antes del draft.
El jugador de El Masnou regresa a la franquicia donde comenzó su carrera en la NBA tras consumarse una operación en la que los Thunder han recibido al número 17 del draft, con el que han seleccionado al serbio Aleksej Pokusevski, y han enviado a Minnesota a Rubio y los picks 25 y 28.
Ricky, que no quería seguir en los Thunder, vuelve al lugar donde todo comenzó y donde disputó seis temporadas en las promedió 10,3 puntos, 4,2 rebotes, 8,5 asistencias y 2,1 robos de balón en 353 partidos. El español sigue siendo uno de los jugadores que más cariño despierta en la afición de los Wolves, que siempre vio en el base a uno de los suyos.
En Minnesota Ricky volverá a encontrarse con Ryan Saunders, un entrenador con el que tiene una gran relación personal, y con un equipo joven con tres ejes fundamentales: D’Angelo Russell, Karl-Anthony Towns y el nuevo número 1 del draft, Anthony Edwards. Mimbres a los que Ricky tendrá que dar forma como líder veterano en un vestuario, cuyo objetivo es claro e inmediato: los playoffs.
