Mié. Abr 24th, 2024
Ilustración: Stephanie Rossow/CDC

La pandemia del COVID-19 en Brasil ha favorecido el avance de el super hongo Candida auris en los hospitales del país sudamericano, donde ya se detectaron al menos 11 pacientes, lo cual ha generado preocupación en los científicos por la posibilidad de que el microorganismo se esté transmitiendo en los centros hospitalarios en el contexto de una crisis sanitaria sin precedentes.

De acuerdo con un artículo, los científicos que trataron e investigaron estos casos iniciales dicen que la pandemia de COVID-19 ayudó a crear un caldo de cultivo para que el hongo emergiera y se propagara dentro de la unidad de cuidados intensivos de un hospital.

Cabe señalar que los dos primeros casos de personas infectadas por el super-hongo se detectaron en diciembre de 2020 en un hospital de Salvador, en el Estado de Bahía, al Noreste de Brasil, los cuales fueron descritos a través de un trabajo que se publicó en la revista Journal of Fungi. 

“Otros nueve pacientes de C. auris han sido diagnosticados desde entonces en el mismo hospital”, contó el doctor Colombo.

“No se han registrado otros casos en Brasil, pero hay motivos de preocupación. Estamos vigilando las características evolutivas de los aislados de C. auris de los pacientes del hospital de Salvador”, agregó.

Según dijo la investigadora del Instituto ANLIS/Malbrán Constanza Taverna a Infobae el “C. auris es un patógeno que afecta más a pacientes con problemas en el sistema inmune -señaló la bioquímica Taverna-. Causa infecciones sistémicas en pacientes internados. Puede transmitirse a través de catéteres contaminados u otras vías dentro de los centros hospitalarios”.

Según el doctor Colombo, el super-hongo se vuelve rápidamente resistente a múltiples fármacos y no es muy sensible a los desinfectantes utilizados por los hospitales y las clínicas y como resultado, es capaz de persistir en los hospitales, donde coloniza a los trabajadores sanitarios y acaba infectando a los pacientes con COVID-19 grave y a otros pacientes críticos de larga estancia»

Algunos factores hacen que los pacientes infectados por el SARS-CoV-2 sean objetivos ideales para C. auris, entre ellos las largas internaciones en el hospital, los catéteres urinarios y venosos centrales (que permiten la invasión del torrente sanguíneo) y el uso de esteroides y antibióticos (que alteran la microbiota intestinal) como medicamentos para otras infecciones, que a veces son indicados cuando no corresponden.

El coronavirus, de alguna manera, ayuda al super-hongo, ya que puede dañar la mucosa intestinal de los pacientes con COVID-19 grave y eso facilita la invasión del torrente sanguíneo por parte de los patógenos. De esta manera, los pacientes están en mayor riesgo de adquirir infecciones por otros microorganismos.

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