Desde antes de Navidad, miles de salvadoreños visitan el pintoresco municipio de Ilobasco, en Cabañas, buscan las figuras de barro del Niño Jesús, la Virgen María, San José, la mula, el buey, los Reyes Magos, entre otros.
El conjunto forma lo que tradicionalmente se conoce como “nacimiento”, el cual evoca el alumbramiento del niño Jesús en un pesebre de Belén a la medianoche de un 24 de diciembre de hace 2020 años, según la religión cristiana.
Al ser un pueblo de origen lenca, los habitantes de Ilobasco heredaron el oficio de la alfarería que practicaban sus ancestros, la cual se fue transformando con el tiempo y, de fabricar objetos utilitarios, pasaron a elaborar también figuras religiosas.
La fabricación del muñeco de barro empezó a mediados del siglo XIX con la elaboración de los llamados misterios o nacimientos del niño Jesús.
En principio, los artesanos solamente incluían a los personajes bíblicos, pero poco a poco empezaron a incorporar campesinos, ancianos, borrachos, indias y personajes de la televisión que representan la cotidianeidad del pueblo salvadoreño.
María Dominga Herrera, reconocida en el municipio como doña Minga, fue la pionera de las sorpresas miniatura. Nació en Ilobasco, el 4 de agosto de 1922, y era hija de la ceramista María Teresa Herrera y del alfarero Lucio Rivas.
A la edad de seis años, empezó modelando miniaturas y, a los trece años, su fama era insuperable. Su habilidad sedujo a otros pobladores que fueron adquiriendo la técnica con su asesoría. Su vida fue retratada por la revista National Geographic en una edición de los años 50.
Por su parte, los artesanos del barro en Ilobasco pueden diseñar cualquier objeto decorativo, captarlo de la naturaleza y elaborar los moldes para reproducir en serie. Además, existe la Escuela de Cerámica y cooperativas de artesanos.
El barro o arcilla se encuentra en diferentes lugares del municipio, especialmente en el sitio conocido como el cerro de los Coyotes y en los contornos del barrio La Cruz.
“Como Casa de la Cultura, mantenemos y compartimos con la población ilobasquense y turistas la historia de cómo a través de los años se ha ido desarrollando y perfeccionando la tradición de la fabricación de nacimientos en barro”, indica la directora, Alba Echeverría.
Agrega la funcionaria que se mantiene “una relación y contacto directo con artesanos de la ciudad, con quienes comparten actividades culturales como ferias y festivales dentro y fuera de Ilobasco, con la finalidad de promover y preservar dicha tradición, actividades que se desarrollan a lo largo del año”.