El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado la exención de una amplia gama de productos electrónicos de los aranceles recíprocos impuestos por la administración de Donald Trump el pasado 2 de abril.
Entre los productos excluidos se encuentran teléfonos móviles, ordenadores portátiles, microprocesadores, chips de memoria y equipos para la fabricación de semiconductores.
La medida, publicada en el boletín oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), representa una limitación significativa a los gravámenes previstos.
En concreto, estos productos quedarán fuera del alcance del arancel del 125% aplicado a las importaciones procedentes de China, así como del arancel base del 10% que afecta a casi todos los demás países.
Con esta decisión, la administración Trump busca minimizar el impacto económico en los consumidores y proteger a grandes compañías tecnológicas como Apple y Samsung Electronics, potencialmente beneficiadas por la medida.
Además, la exención parece favorecer a fabricantes clave en la cadena global de suministro, como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), al incluir maquinaria utilizada en la producción de semiconductores.
Esta decisión llega en medio de tensiones comerciales crecientes y mientras el Gobierno estadounidense evalúa medidas para proteger la competitividad tecnológica del país sin perjudicar al mercado interno.