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EEUU–El presidente Donald Trump sorprendió al plantear una nueva vía de legalización para inmigrantes indocumentados que llevan más de 10 o 15 años trabajando de forma honesta en Estados Unidos.
En una entrevista reciente, el mandatario aseguró que esta propuesta busca reconocer el esfuerzo de quienes han vivido en el país sin problemas legales y han cumplido con sus obligaciones laborales.
“No es una amnistía. Estamos hablando de gente que ha trabajado duro, que ha respetado la ley, y que lleva años aquí. Vamos a buscar una forma en que puedan pagar impuestos y tener una vida legal en el país”, afirmó Trump, enfatizando que esta iniciativa está dirigida exclusivamente a quienes no tengan antecedentes penales y puedan demostrar un historial laboral estable.
Esta propuesta forma parte de un paquete legislativo ambicioso que la administración Trump ha denominado “One Big Beautiful Bill”. Además de esta medida migratoria, el paquete incluye reformas fiscales, recortes presupuestarios, mayor financiamiento para la seguridad fronteriza y nuevas regulaciones en materia migratoria.
Según la Casa Blanca, este plan busca equilibrar la seguridad nacional con un enfoque pragmático para la regularización de ciertos grupos de inmigrantes.
El giro en la postura de Trump sobre la migración representa un cambio significativo respecto a sus políticas anteriores, que se centraban en deportaciones masivas y medidas estrictas contra la inmigración ilegal.
Ahora, la propuesta contempla dar un estatus legal temporal a quienes cumplan con los requisitos, incluyendo el pago de impuestos y la verificación de su historial laboral.
La reacción en Washington no se hizo esperar y fue diversa. Algunos sectores dentro del Partido Republicano ven la medida como un paso pragmático y necesario para modernizar la política migratoria, mientras que grupos conservadores más duros la consideran un retroceso y temen que pueda fomentar la inmigración ilegal.
Expertos en migración señalan que esta iniciativa podría aliviar la situación de millones de personas que llevan años contribuyendo a la economía estadounidense sin un estatus legal, pero advierten que su aprobación en el Congreso enfrentará importantes obstáculos políticos.
En resumen, el anuncio de Trump abre un debate renovado sobre cómo Estados Unidos debe manejar la compleja realidad migratoria, combinando seguridad, economía y derechos humanos.
El tiempo dirá si esta propuesta logrará traducirse en una reforma concreta o quedará como un gesto político más.