Sáb. Jun 22nd, 2024

Por Ismael Cala

Desde que era un niño y revisaba en mi Cuba natal los libros de geografía e historia para mis clases, me atreví a soñar con visitar diversos lugares del planeta, los cuales hoy puedo decir con el corazón en la mano que Dios me ha permitido visitar.

Desde India hasta ciudades europeas como Zúrich o París, las cuales admiraba por la historia que representaban, por el arte que esconden entre sus edificios antiguos y obras de arte en los museos. Sin embargo, siempre hubo un lugar al que siempre he guardado en mi corazón, por la ilusión que me hacía estar allí, no solamente porque su majestuosidad y belleza no tienen par en el resto del planeta, sino por el profundo y cariño y respeto que siento por el país en el que está ubicado.

Canaima es un lugar místico, en el que existe un vórtice energético importante para el mundo entero, y no es para menos: sus famosos tepuyes son formaciones rocosas que datan del periodo precámbrico, con unos 1.700 millones de años de antigüedad, siendo las más antiguas del planeta.

Para mí, es el lugar idóneo para abrir un espacio íntimo dentro de cada uno de nosotros e iniciar una nueva ruta de vida, subsanar heridas, reconectar con nosotros, pero especialmente; aprender a desarrollar el arte de escucharte a ti y al resto de personas que te rodean, si eres un emprendedor o empresario que
está atravesando por un momento de desarrollo interior.

Como emprendedor que soy, reconozco la importancia de invertir en mi conocimiento, para poder guiar a mi equipo de trabajo a brindar soluciones corporativas a quienes confían en nosotros en su formación como líderes.

Esto, por supuesto; no quiere decir que no reconozca las carencias y escenarios complejos por los que atraviesa Venezuela, ¡al contrario! Quiero aprovechar estas oportunidades de seguir trabajando de la mano de empresarios venezolanos que siguen apostando por el país, y que con ello; generan empleo.

Decía Rosa Parks, activista afroamericana: “A lo largo de los años he aprendido que cuando uno tiene una mente decidida, esto disminuye el miedo. Saber lo que se debe hacer sin duda mantiene al miedo lejos”.

Yo añadiría que solo podemos mantener a raya el miedo, cuando hemos tenido el valor de aprender a escucharnos a nosotros mismos, así como a los demás, para generar una comunicación fluida con el mundo, porque somos parte de él.

Ven conmigo a Canaima del 04 al 07 de julio, y permítete reencontrarte contigo.

Facebook Comments Box
Compartir esta nota
error: Contenido protegido