Un ex empleado del Departamento de Estado de EE. UU. se declaró culpable hoy de participar en una conducta sexual ilícita en un lugar extranjero.
Según documentos judiciales, Dean Edward Cheves, de 63 años, sirvió en la Embajada de los Estados Unidos en Filipinas de 2017 a 2021, tiempo durante el cual conoció a varios menores a través de Internet. Desde diciembre de 2020 hasta marzo de 2021, Cheves se comunicó en línea con un menor filipino de entre 15 y 16 años, a quien pagó para que produjera y le enviara imágenes sexualmente explícitas del menor. Además, en febrero de 2021, Cheves participó en actos sexuales en dos ocasiones distintas con un segundo menor filipino de 16 años a quien conoció en línea, usando su teléfono celular proporcionado por el gobierno para filmarse haciéndolo en al menos una de esas ocasiones. El material de abuso sexual infantil que produjo y recibió Cheves de estos menores se encontró en dispositivos incautados de la residencia de la embajada de Cheves en Filipinas. Cheves conocía las edades de ambos menores al momento de realizar la conducta.
Cheves está programado para ser sentenciado el 20 de enero de 2023 y enfrenta una pena máxima de hasta 30 años de prisión por cada cargo. Un juez de un tribunal de distrito federal determinará cualquier sentencia después de considerar las Pautas de sentencia de EE. UU. y otros factores legales.
El Secretario de Justicia Auxiliar Kenneth A. Polite, Jr. de la División Criminal del Departamento de Justicia y la Fiscal Federal Jessica D. Aber del Distrito Este de Virginia hicieron el anuncio.
La Oficina de Investigaciones Especiales del Servicio de Seguridad Diplomática (DSS) del Departamento de Estado de EE. UU. investigó el caso con la valiosa asistencia de la Oficina de Seguridad Regional del DSS y la Oficina del Agregado de Investigaciones de Seguridad Nacional en Filipinas y la Policía Nacional de Filipinas.
La abogada litigante Gwendelynn Bills de la Sección de Obscenidad y Explotación Infantil de la División Criminal y las Fiscales Federales Auxiliares Lauren Pomerantz Halper y Zoe Bedell del Distrito Este de Virginia están a cargo de la acusación en el caso.
Este caso se presenta como parte del Proyecto Niñez Segura, una iniciativa nacional para combatir la creciente epidemia de explotación y abuso sexual infantil, lanzada en mayo de 2006 por el Departamento de Justicia. Dirigido por las Oficinas de los Fiscales Federales y la Sección de Obscenidad y Explotación Infantil, el Proyecto Niñez Segura reúne recursos federales, estatales y locales para localizar, detener y enjuiciar mejor a las personas que explotan a los niños a través de Internet, así como para identificar y rescatar a las víctimas.
