Vie. Abr 19th, 2024

Ms. Luis José Samayoa Rodríguez l Abogado

Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas Decano de la Universidad Nueva San Salvador.

Recientemente se ha dado a conocer por la calificadora de riesgos Fitch Ratings que El Salvador ha bajado de categoría con respecto a la medición de riesgos en el cumplimiento de obligaciones por financiamientos obtenidos a la fecha y los posibles a requerir tanto a corto como largo plazo. Esto significa que las políticas económicas, como las de naturaleza fiscal, deben activarse pronto para ir resarciendo las necesidades de liquidez que existen.

Esto refleja la necesidad latente de realizar ajustes fiscales. Los ajustes fiscales son medidas de naturaleza económica que buscan equilibrar las finanzas publicas tanto a corto como largo plazo, ejecutando acciones concretas en el quehacer que conlleva el manejo de ingresos y erogaciones públicas, buscando un grado de estabilidad y equilibro financiero y lograr una sostenibilidad económica en el tiempo. Para ello, se necesita del diseño de políticas que incorporen acciones que se ejecuten, con base a los resultados que se busquen. Podemos mencionar desde la estimulación de la demanda agregada (aumento de gasto público y producción y reducción de los tributos como los impuestos. Política fiscal expansiva) o mecanismos que busquen frenar la demanda agregada (reducción del gasto público, baja en la producción e incremento de tributos como los impuestos. Policita fiscal restrictiva).

Ambas alternativas poseen ventajas y desventajas. Sin embargo, es ahí en donde todos/as quienes integramos un estado, debemos de buscar fomentar desde nuestras posibilidades la implementación de acciones que erradiquen el déficit financiero que se ha venido presentando desde años atrás, en la búsqueda de una económica sostenible que avance bajo pasos firmes a lo largo del tiempo, siendo esto un instrumento de ajuste estructural para las finanzas publicas y el presupuesto de la nación. Trasladar la económica de un punto de equilibrio a otro para buscar esa mejora contundente y palpable.

Por consiguiente, se vuelve menester implementar una camisa a la medida en donde se retomen elementos que caracterizan las políticas fiscales retroactivas y expansivas, para poder diseñar un traje a la medida que como países necesitamos para mejorar en lo económico y no caer en posibles impagos que nos coarten nuestros recursos. Para ello, el esfuerzo articulado bajo la coordinación de entidades gubernamentales con recurso humano y técnico, gremiales, sector privado y academia, lleven a cabo estudios y mediciones de impacto para construir propuestas fehacientes que sean debidamente fundamentadas al momento de ser ejecutadas.

Una economía sana suma significativamente. Desde el incremento del Producto Interno Bruto (PIB), mayor innovación tecnológica, aparición de nuevos modelos de negocio y oportunidades de empleo, son algunos elementos que esto trae consigo en aquellos casos que se logre el saneamiento requerido.  Pero para ello se requiere de compromiso, voluntad y transparencia.

Nadie dijo que los ajustes fiscales y la reestructuración económica es fácil, pero si se inician a dar los primeros pasos de manera articulada y colaborativa como país, los resultados llegaran y la mejora ira siendo palpable gradualmente. Las soluciones y alternativas existen, dependerá de la madurez política y la sinergia positiva que pueda generarse, acompañado de la voluntad de todos/as en alcanzar un respiro y resultados positivos para poder ver un país con un equilibrio fiscal para seguir hacia adelante, pero con buen rumbo.

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