El presidente Nayib Bukele señaló que algunos periodistas en El Salvador, quienes se autoproclaman como “independientes”, en realidad estaban vinculados a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), cuyo financiamiento fue suspendido por orden del presidente estadounidense Donald Trump.
“Entonces, a los ‘periodistas independientes’, que en realidad no eran más que empleados de USAID con su agenda de desestabilización, les cerraron el chorro”, expresó Bukele en X, al referirse a la decisión del gobierno de EE.UU. de eliminar el 83 % de los programas de la agencia, incluyendo los destinados a El Salvador.
Si bien el mandatario no mencionó nombres específicos, sus declaraciones refuerzan la idea de que algunos medios y periodistas críticos con su gobierno podrían haber estado alineados con una agenda impulsada a través de estos fondos.
El presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Federico Ánliker, reaccionó a la declaración de Bukele en X, escribiendo: “Adiós pseudo ‘periodistas’ CHAYOTEROS… You are fired”.
Por su parte, medios gubernamentales y afines destacaron la noticia asegurando que Bukele “reacciona ante la suspensión de financiamiento por parte de USAID”, mientras que otro medio pro gobierno vinculó su mensaje a los “$2 millones entregados por USAID en 2024 a Cristosal”, un dato incluido en la lista de contratos terminados de la agencia.
El gobierno de EE.UU. había suspendido la cooperación de USAID desde el inicio de la administración Trump para someterla a revisión. Tras seis semanas de evaluación, el secretario de Estado Marco Rubio anunció que el 83 % de los programas fueron eliminados.
USAID financiaba proyectos en El Salvador para reducir la pobreza, mejorar la seguridad alimentaria, fortalecer el turismo sostenible, mitigar el cambio climático y promover la democracia, los derechos humanos y la gobernanza.
No es la primera vez que Bukele señala a los periodistas críticos con su gobierno. En febrero, afirmó que el “periodismo independiente” es un eufemismo y acusó a medios y ONG financiadas por USAID de estar vinculados con el lavado de dinero.
Mientras tanto, la suspensión de programas sigue generando debate en EE.UU. Esta semana, la secretaria ejecutiva en funciones de USAID, Erica Carr, causó polémica al ordenar a los empleados limpiar cajas fuertes y documentos clasificados.
Esto llevó a una demanda de los sindicatos de empleados públicos, que buscan bloquear la medida al considerarla una violación de la ley de mantenimiento de registros.