El condado de Los Ángeles reportó 3,058 nuevos casos de coronavirus, siendo esta la primera vez desde mediados de febrero que el número diario supera los 3,000, así como también dio a conocer otras siete muertes.
Y es debido a que la semana pasada los casos de coronavirus aumentaron un 80% en el condado angelino, que los funcionarios de salud instan a una vigilancia continua.
Uno de los establecimiento que se analizó la noche del viernes, fue dentro de los restaurantes de Santa Mónica, donde se verificó el uso de las mascarillas para interiores, como lo dice el mandato, y en ellos encontraron que no todos usaban cubiertas faciales.
“Personalmente, siento que está volviendo a poner pasta de dientes en el tubo, como que no está sucediendo”, dijo Anika Carlson, quien vive en Santa Mónica.
Además, con el aumento en los números, el Hospital Providence St. Joseph en Burbank está reconstruyendo su unidad COVID para dar cuenta de la afluencia de pacientes, por lo que el centro convertirá 30 salas de UCI en salas de presión negativa para una mayor demanda.
Cabe señalar que hace aproximadamente 6 semanas, no había pacientes con COVID en el hospital de Burbank. Pero eso ha cambiado desde el fin de semana festivo del 4 de julio.
De acuerdo con la directora de Salud Pública, Barbara Ferrer, el aumento es normal dado el aumento continuo en el número de personas que se vacunan por completo. Mientras que el Departamento de Salud Pública del condado señaló que las personas no vacunadas se están infectando con una tasa de transmisión cinco veces superior a la de hace apenas un mes.
«Si no tuviéramos 5.3 millones de personas completamente vacunadas en el condado de Los Ángeles, probablemente estaríamos viendo casi el doble de casos hoy«, dijo Ferrer en un comunicado el viernes. «Para todos, las precauciones de sentido común que incluyen el uso de enmascaramiento en interiores, lavarse las manos con frecuencia y evitar las multitudes reducirán su riesgo y le permitirán continuar disfrutando de las actividades que ama«, añadió.
