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El Chelsea conquistó este domingo el primer Mundial de Clubes con nuevo formato, tras imponerse con contundencia 3-0 al París Saint-Germain en la final celebrada en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, Estados Unidos.
El equipo inglés, dirigido por Enzo Maresca, sentenció el partido en un primer tiempo impecable, liderado por un Cole Palmer en estado de gracia y respaldado por la solidez del arquero español Robert Sánchez.
Contra todo pronóstico, los ‘blues’ le arrebataron la corona a un PSG que llegaba como gran favorito, luego de una temporada histórica en la que se alzó con la Champions, la Ligue 1, la Copa y la Supercopa de Francia. El equipo de Luis Enrique, que había goleado 5-0 al Inter en la final de Champions y despachado con solvencia al Real Madrid en semifinales de este torneo, se estrelló ante la intensidad y efectividad del Chelsea.
Cole Palmer fue el gran protagonista del encuentro. El joven internacional inglés marcó dos goles en menos de media hora. El primero llegó tras una internada por la banda derecha, aprovechando un error de Nuno Mendes y una asistencia de Malo Gusto. El segundo, casi calcado, se produjo apenas después del parón para hidratación, en una jugada similar que volvió a desnudar la fragilidad defensiva del PSG.
Antes del descanso, una tercera anotación dejó sin aire al equipo francés: una escapada de Palmer terminó en asistencia para Joao Pedro, que definió con frialdad por encima de Donnarumma para el 3-0.
Moisés Caicedo, que llegaba entre algodones por una lesión de tobillo, fue titular y dominó el mediocampo junto a Enzo Fernández, dejando sin respuesta al esquema parisino. Mientras tanto, Robert Sánchez fue clave para mantener el arco en cero con atajadas decisivas, una de ellas a Ousmane Dembélé en el segundo tiempo, cuando el PSG intentaba reaccionar sin éxito.
El complemento fue una continuación del dominio inglés. Aunque los franceses mostraron algo más de energía con las internadas de Khvicha Kvaratskhelia, nunca lograron volver al partido. Luis Enrique probó con múltiples cambios, pero ninguno alteró la inercia del encuentro.
La frustración del PSG se hizo evidente en los minutos finales. João Neves fue expulsado al minuto 84 tras una agresión infantil contra Marc Cucurella, y el propio Luis Enrique acabó envuelto en una trifulca al término del encuentro.
El Chelsea, que venía de cerrar la temporada con un cuarto lugar en la Premier y el título de la Conference League, firma así una campaña memorable coronándose campeón mundial. El título será válido por cuatro años, en la nueva dinámica del torneo.
Para el PSG, la derrota no solo rompe con su racha triunfal, sino que deja una herida difícil de disimular. Lo que parecía la guinda perfecta a un año glorioso, terminó en una pesadilla azul.