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Estados Unidos designó oficialmente al Cártel de los Soles como una organización terrorista, señalando al mandatario venezolano Nicolás Maduro como su principal dirigente y acusando a su Gobierno de facilitar operaciones de narcotráfico a gran escala en el continente.
La decisión, anunciada por el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro, coloca al Cártel de los Soles —una red integrada por altos mandos militares y funcionarios venezolanos— en la misma categoría que el Cártel de Sinaloa y el grupo criminal transnacional Tren de Aragua, ambos también etiquetados recientemente como organizaciones terroristas por Washington.
«Administrado por el dictador Nicolás Maduro, este grupo apoya a terroristas que invaden nuestro país para traficar narcóticos, enriquecerse e infligir violencia contra nuestras comunidades», indicó la Oficina del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental en un comunicado publicado en su cuenta oficial de X.
La inclusión en la lista terrorista permitirá a EE.UU. emplear todos sus recursos legales, diplomáticos y financieros para atacar las redes de apoyo de la organización, según explicó el comunicado. “No permitiremos que Maduro siga beneficiándose de la destrucción de vidas estadounidenses ni desestabilizando el hemisferio”, añadió el texto.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), encargada de administrar sanciones financieras, detalló que el Cártel de los Soles está dirigido por Maduro junto a otros miembros de alto rango del régimen venezolano.
Además, la OFAC sostuvo que esta estructura proporciona “apoyo material” tanto al Cártel de Sinaloa como al Tren de Aragua, a quienes Washington también considera una amenaza directa a la seguridad nacional de EE.UU.
“El anuncio de hoy expone aún más cómo el régimen ilegítimo de Maduro facilita el narcoterrorismo a través de organizaciones como el Cártel de los Soles”, declaró el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Esta medida responde a años de presión ejercida por legisladores republicanos, quienes han insistido en catalogar formalmente a esta red como una estructura terrorista transnacional, debido a sus vínculos con el narcotráfico, el lavado de dinero y la violencia armada.
Durante su primer mandato, el presidente Donald Trump ya había emprendido acciones legales contra Nicolás Maduro. En marzo de 2020, el Departamento de Justicia presentó cargos criminales contra el mandatario venezolano, acusándolo de ser el “líder” del Cártel de los Soles y de utilizar su posición para facilitar el ingreso de toneladas de cocaína a territorio estadounidense.
Según los fiscales federales del Distrito Sur de Nueva York, Maduro habría coordinado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el envío de cargamentos de cocaína, a cambio de armas y protección. Además, se le señaló de establecer vínculos con actores políticos en Honduras y otros países para facilitar el tráfico regional de estupefacientes.
Uno de los nombres claves en esta red es el del exgeneral Hugo «el Pollo» Carvajal, quien fue extraditado desde España y actualmente enfrenta juicio en EE.UU. por su rol dentro de la organización.
El Gobierno de Venezuela ha rechazado con firmeza los señalamientos de Washington. El canciller Yvan Gil acusó a EE.UU. de “intervencionismo político” y negó la existencia del Tren de Aragua, calificándolo como una “ficción mediática” creada para atacar al país.
Maduro no ha emitido una reacción directa tras el anuncio, aunque en ocasiones anteriores ha desestimado las acusaciones como parte de una «guerra política y mediática» en su contra.
Pese a ello, Washington ha reiterado que no reconocerá la legitimidad del régimen actual de Venezuela y advirtió que tomará “medidas adicionales” si se detecta un mayor grado de colaboración entre estos grupos criminales y funcionarios del Estado venezolano.
La clasificación del Cártel de los Soles como organización terrorista refuerza la postura de EE.UU. hacia el Gobierno de Nicolás Maduro, y deja claro que la política exterior estadounidense, bajo el mando del presidente Trump, seguirá aplicando sanciones severas contra quienes considere una amenaza directa a su seguridad nacional.