Por Claudia Powell, Gerente de Asuntos Públicos y Relaciones Comunitarias, Planned Parenthood Los Ángeles
Como alguien profundamente comprometida con el bienestar de nuestra comunidad, me siento obligada a hablar sobre un tema que me llega al corazón: nuestra salud. Especialmente ahora, durante el Mes Nacional de la Salud de las Minorías, es importante que enfrentemos las disparidades de salud que afectan a la comunidad latina.
Datos del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles encontraron que los adultos latinos en nuestra ciudad enfrentan tasas más altas de ciertos problemas de salud en comparación con otros grupos raciales y étnicos. Las mujeres latinas son menos propensas a recibir mamografías regulares, lo que lleva a diagnósticos en etapas más avanzadas de cáncer de mama. También enfrentan obstáculos para recibir atención prenatal, como la falta de seguro médico y barreras lingüísticas. Además, los jóvenes latinos no reciben suficiente educación sexual, lo que resulta en tasas más altas de infecciones de transmisión sexual y embarazos no planificados.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), adoptar hábitos saludables, como mantener una dieta nutritiva y participar en actividad física regular, puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Estudios han demostrado que las personas que priorizan medidas de salud preventiva, nuestra primera línea de defensa contra posibles problemas de salud, no solo experimentan mejores resultados de salud en general, sino que también disfrutan de una mayor calidad de vida. Adoptar un estilo de vida saludable no es solo una elección, sino un compromiso con el bienestar propio.
