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Washington, D.C. – El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, sostuvo una reunión oficial con el Ministro de Defensa de El Salvador, René Francis Merino Monroy, en el Pentágono, como parte de la agenda de la visita oficial del presidente Nayib Bukele a territorio estadounidense.
Hegseth calificó el encuentro como una muestra de “apoyo” y resaltó la importancia de mantener relaciones sólidas con países aliados. “Fue un honor recibir al Ministro de Defensa de El Salvador en el Pentágono. Queremos mantenernos firmes junto a los aliados que nos apoyan y contribuyen a la paz mediante la fuerza”, expresó el funcionario.
Durante la reunión, ambos ministros reafirmaron el compromiso de fortalecer la cooperación bilateral en áreas como defensa, seguridad y desarrollo.
“La relación entre Estados Unidos y El Salvador está más fuerte que nunca, y esto es solo el comienzo. Los presidentes han marcado el tono: trabajar juntos estrechamente”, agregó Hegseth, quien destacó a El Salvador como un “gran ejemplo” de cooperación mutuamente beneficiosa.
Casa Presidencial confirmó que la reunión buscó reforzar las alianzas estratégicas con Estados Unidos, en un contexto donde ambos gobiernos han apostado por una colaboración más estrecha en temas de seguridad regional.
Uno de los puntos más relevantes de la visita presidencial fue el acuerdo alcanzado entre Nayib Bukele y el presidente Donald Trump sobre el uso del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
Según el acuerdo, el megacentro penitenciario salvadoreño —construido con una inversión de $115 millones— será utilizado para recluir a migrantes deportados desde Estados Unidos que estén acusados de pertenecer a estructuras criminales como la MS-13 y el Tren de Aragua. La medida ha generado críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, que denuncian detenciones sin condenas ni pruebas suficientes.
En El Salvador, el Ministerio de Defensa juega un papel central en la estrategia de seguridad del gobierno, especialmente bajo el régimen de excepción vigente desde marzo de 2022, que ha permitido la detención de más de 80 mil personas vinculadas al crimen organizado, según cifras oficiales.

Además, el gobierno salvadoreño ha extendido recientemente hasta el 31 de diciembre de 2025 el uso de la Fuerza Armada para tareas de seguridad pública, en apoyo a la Policía Nacional Civil (PNC).
Esta práctica, iniciada formalmente en 2009 y renovada en 2019, se ampara en el artículo 168 de la Constitución salvadoreña, que permite la intervención militar en tareas internas de manera excepcional.
Por su parte, la administración Trump ha implementado también el uso de la fuerza militar para frenar la migración ilegal, enviando aviones militares para la deportación de los primeros grupos de migrantes en el marco de su nuevo mandato iniciado el 20 de enero de 2025.
La reunión en el Pentágono se enmarca dentro de un momento clave para la redefinición de la política de seguridad regional, donde El Salvador se posiciona como un socio estratégico clave para Washington en Centroamérica.